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Guía: Los 10 Tipos De Ira, ¿Cuál Es La Tuya?

El Redactor: Jessica Q. R.

La ira es una emoción compleja y universal, y sus manifestaciones pueden variar mucho de persona a persona. Los profesionales de la salud mental han identificado más de una docena de tipos diferentes de ira. Si tienes problemas para comprender qué está causando tu mayor ira, debes saber que no estás solo en esta lucha. Existe evidencia procedente de diversas fuentes de que, de hecho, nos estamos enojando más que nunca.

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Una comprensión profunda del tipo de ira que estás experimentando es esencial para desarrollar estrategias eficaces para gestionar y expresar esta emoción de forma segura y eficaz, salvaguardando tanto tu bienestar como tus relaciones. Continúa leyendo para aprender sobre los distintos tipos de ira y cómo controlar cada uno de ellos.

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1. Ira asertiva

Ira asertiva

La ira asertiva es una forma extremadamente productiva de expresar las emociones. Quienes utilizan este método utilizan la frustración o la rabia como catalizador para una transformación constructiva. En lugar de evitar la confrontación, internalizar la ira o recurrir a la hostilidad verbal y física, quienes expresan ira asertiva lo hacen de una manera que fomenta el desarrollo constructivo. Este enfoque permite la expresión de deseos, acercando a las personas a satisfacer sus necesidades sin crear dolor o destrucción innecesarios.

La expresión asertiva de la ira le permite abordar los deseos personales sin dejar de respetar los derechos y límites de los demás.

2. Ira conductual

Ira conductual

La agresión conductual es la elección intencional de responder físicamente a la emoción de la ira. Esta forma de expresar la ira se caracteriza por acciones físicas agresivas y, en casos extremos, violentas. En este sentido, la agresión se refiere a acciones con el objetivo expreso de causar daño a una parte que no lo desea. Los ejemplos incluyen romper o arrojar objetos, así como participar en intimidación o agresión física.

Recurrir a la agresión conductual como método para expresar la ira a menudo resulta en consecuencias legales e interpersonales indeseables. Este comportamiento impredecible e impulsivo disminuye su capacidad para cultivar relaciones basadas en la confianza y el respeto.

3. Ira crónica

 Ira crónica

La ira crónica es una forma negativa de expresar la ira. La ira crónica, en contraste con el carácter fugaz de algunos arrebatos emocionales, implica que las personas se aferren a sus sentimientos de resentimiento. No es una fase pasajera; más bien, se muestra como un sentimiento persistente de amargura e irritación hacia quienes los rodean, sus circunstancias o su propia batalla interna.

Estar constantemente enfadado no sólo produce infelicidad e ira crónicas, sino que también plantea graves riesgos para la salud física y mental. Las consecuencias pueden incluir aumento de la ansiedad, empeoramiento de la depresión, problemas gastrointestinales, presión arterial alta y un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares graves, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

4. Ira crítica

 Ira crítica

La ira moral o crítica, a menudo conocida como ira justa, es provocada por una injusticia real o aparente contra uno mismo o los demás. También podría desencadenarse al presenciar un defecto moral en otra persona. A pesar de la justificación percibida, las personas que experimentan este enojo pueden encontrarse en un estado de aislamiento.

Este es un tipo común de ira. Probablemente hayas visto a un familiar o amigo que simplemente se niega a admitir que podría tener la culpa. Cuando algo sale mal y se enojan, su primer instinto es juzgar cómo todo salió mal debido a la otra persona y no hizo nada malo.

5. Ira abrumadora

Ira abrumadora

La ira abrumadora es un tipo de ira incontrolable que ocurre cuando sentimos una falta de control sobre una situación, provocando sentimientos de desesperación y desesperanza. Este tipo de ira puede ocurrir cuando hemos asumido demasiadas tareas o cuando acontecimientos inesperados de la vida perturban nuestras técnicas típicas para afrontar el estrés. En este escenario, la ira sirve como un faro emocional, lo que sugiere que incluso si no podemos expresar nuestra ira adecuadamente, es posible que no tengamos suficiente resiliencia para hacer frente a los crecientes factores estresantes.

6. Ira pasivo-agresiva

 Ira pasivo-agresiva

El comportamiento pasivo-agresivo se convierte en el modo predeterminado para aquellos que quieren evitar confrontaciones ejemplificando una muestra evitativa de ira. Las personas con este rasgo suelen hacer todo lo posible para ocultar o reprimir cualquier sentimiento de insatisfacción o rabia. Este tipo de enojo puede manifestarse verbalmente a través del sarcasmo, el silencio intencionado o el ridículo sutil, así como a través de patrones de comportamiento como la procrastinación continua en el trabajo.

Sorprendentemente, las personas que muestran ira pasivo-agresiva pueden no ser conscientes de que sus actos están siendo vistos como hostiles, lo que quizás tenga consecuencias personales y profesionales graves.

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7. Ira autoabusiva

La ira autoabusiva representa una forma de ira profundamente entrelazada con la vergüenza. Si ha estado lidiando con pensamientos de desesperanza, indignidad, humillación o vergüenza, es posible que los haya internalizado. La internalización a menudo se puede observar en el diálogo interno negativo, las conductas autodestructivas, el abuso de sustancias o los trastornos alimentarios. Además, puede llevar a que las personas proyecten sus problemas internos en los demás para cubrir su propia baja autoestima, intensificando así los sentimientos de desapego.

8. Ira de represalia

 Ira de represalia

La ira de represalia es una respuesta instintiva común cuando se enfrenta una confrontación o un ataque. Esta forma de ira suele estar motivada por un deseo de venganza y tiene sus raíces en una percepción de injusticia. Su objetivo, ya sea premeditado o impulsivo, es afirmar el control sobre una situación y asustar a los demás. Paradójicamente, la ira de represalia suele aumentar las tensiones en lugar de resolver las dificultades subyacentes.

9. Ira volátil

La ira volátil es una forma de ira particularmente destructiva que parece surgir de la nada. Todo va bien hasta que la persona explota y ocurre un incidente menor. Se enfrían tan rápido como se calientan. Este es uno de los tipos de problemas de ira más dañinos porque hace que los que te rodean sean siempre cautelosos y no invoquen tu ira. Probablemente hayas visto a un amigo o familiar que se muestra bien y amigable hasta que pierde la calma por un problema menor y luego rápidamente vuelve a la normalidad.

10. Ira verbal

Ira verbal

Como sugiere el nombre, la ira verbal es la ira que se manifiesta a través del intercambio verbal. La ira verbal a menudo hace que las personas sientan remordimiento después de desatar su ira contra alguien. Después del episodio, puede seguir una disculpa cuando quienes experimentan esta forma de ira reconocen su impacto.

Los gritos fuertes y agresivos, las amenazas, el uso del sarcasmo, las críticas duras y continuas y la imposición de burlas son comportamientos vinculados con la ira verbal. Permitir que la ira verbal se agrave puede resultar en abuso verbal, obstaculizando el desarrollo y mantenimiento de relaciones sólidas y saludables.

Comprender y gestionar tu ira

Es importante reconocer que la ira no abordada, sin importar de dónde venga, puede tener efectos negativos tanto en su bienestar mental como en sus relaciones con los demás. Cuando la ira se convierte en ira desplazada, puede ser aún más dañina. Por eso es importante tomar medidas y buscar ayuda si tiene problemas con la ira. Si no se controla, la ira puede contribuir a problemas de salud persistentes.

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Una forma eficaz de gestionar la ira es colaborar con un terapeuta. Un terapeuta puede ayudarte a reconocer trastornos de ira específicos, comprender qué desencadena tu ira y brindarte herramientas para manejarla de manera efectiva. Si has probado estrategias autoadministradas y no han funcionado, explorar la terapia, incluidas las opciones en línea, puede ofrecer una vía conveniente para buscar apoyo. Recuerda, cuidar tu salud mental es tan importante como cuidar tu salud física.

Fuentes: APA PsycNetModern TherapyCREducationCalm Sage, Anger Management ResourceSemantic ScholarSage Journals

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