Cuando tu dentista te pide que abras la boca bien grande, puede ver mucho más que placa, un diente astillado y una pequeña caries olvidada hace tiempo. Generalmente, los dentistas podrían detallar malos hábitos, desde alcoholismo y adicciones a refrescos, hasta distintas enfermedades, como diabetes y cáncer bucal, simplemente examinando tu boca.