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Prácticos Trucos Para No Olvidar

¿Cuantas veces has olvidado tu contraseña, el número de teléfono de un amigo, la dirección de la oficina, el cumpleaños de tu hermano, etc.?

Por algún motivo siempre terminamos olvidando pequeños detalles como donde están las llaves o si apagamos el horno antes de salir, por eso te traemos algunos trucos simples para mejorar la memoria.


Olvido de detalles aburridos o intrascendentes

Problema: tendencia a olvidar fechas, direcciones, contraseñas, números de teléfono, etc.
 
No lo tomes tan mal. En la realidad que vivimos, el flujo de información nos sobrepasa y, a veces, el cerebro no logra procesar toda la información en el mismo momento. Aunque en el exista una especie de carpeta llamada “memoria declarativa” que almacena la información de este tipo, su función no es recordarla, por lo que para lograrlo deberás hacer un esfuerzo.

Solución: La única forma de hacer que la información aburrida forme parte de nuestra memoria a largo plazo es almacenándola de la manera correcta para así poder acceder a ella en el futuro. Lamentablemente, si no hacemos un esfuerzo consciente, la información no permanecerá en nuestra memoria. La mejor forma de lógralo es agregando significados, ya que por naturaleza recordamos ese tipo de cosas. Si asocias la memoria con algo que nunca olvidarás, como una festividad, los datos serán más fáciles de recordar,  Por ejemplo: “El cumpleaños de mi sobrina es dos semanas después de año nuevo.”

Otra forma efectiva de recordar hechos aburridos es creando una breve y simple historia. Por ejemplo: si tienes que recordar una lista de números, prueba separarlos en diferentes grupos y asigna una historia para cada uno. Entonces, digamos que tienes que recordar el número 821576 (de un código o contraseña). Para este caso puedes inventar una historia sobre un abuelo de 82 años, con 15 nietos y una esposa de 76 años llamada Margarita. Cuanto más detalles le agregues a la historia (su nombre es Atilio y es jubilado), más fácil será recordarla. 


Olvido de tareas automáticas

 
Problema: No recuerdas si apagaste la calefacción, si encendiste el lavarropas o si apagaste las luces de tu casa.

Cuando hacemos este tipo de tareas automáticas, utilizamos la “memoria procedimental”, cuya función es el almacenamiento de cadenas de acciones (un ejemplo simples podría ser revisar si las luces están prendidas, y si lo están, apagarlas). Este tipo de memoria a largo plazo es utilizada principalmente para llevar a cabo cadenas de acciones que hemos aprendido a lo largo de la vida, como andar en bicicleta, atar los cordones, o preparar café. Debido a la naturaleza automática de estas acciones, la tarea de recordarlas se torna bastante difícil. 

Solución: En la mayoría de los casos en los que creemos que olvidamos hacer alguna de estas tareas, lo más probable es que la hayamos hecho. Pero si los olvidos ocurren constantemente, intenta otro hecho a la acción con la que estas obsesionado, y utilízala para asegurarte de recordarla. Por ejemplo: Cada vez que apagues la hornalla repite “apague la hornalla” para ti misma, o toma un trago de agua. Cualquier tipo de acción que sea fácil de recordar será de mucha ayuda. De esta forma, cuando entras en duda, será más fácil si tienes otra cosa para recordar.
 
 
 
Olvido de nombre de personas

 
Problema: Te cruzas con alguien que conociste unos días atrás y ya olvidaste su nombre. Quédate tranquilo, no estás solo, este es uno de los problemas de memoria más comunes en la mayoría de las personas. El problema podría estar en el almacenamiento de la información (no prestaste mucha atención cuando conociste a la persona), o en la recuperación (no puedes acordarte del nombre aunque recuerdas a la persona), o una combinación de los dos. 

Solución: La mayoría de las personas tienen una forma de aprendizaje visual en lugar de oral, lo cual explica la razón por la que a veces recordamos el rostro de la persona pero no el nombre. La próxima vez que conozcas alguien nuevo, obsérvalo detenidamente y repite su nombre tres veces para ti. Puedes intentar darle un significado al nombre, o inventar una rima, por ejemplo: si conoces a una mujer que se llama Natalia, en secreto, puedes llamarla “Natalia de la dalia” o imaginar un objeto que este asociado a las letras de ese nombre. La idea puede sonar un poco tonta, pero recuerda que cuando más significados hayan, más fácil será de recordar.

 
Distraído

 
Problema: Vas a una habitación y al llegar te olvidas para que habías ido en un primer momento. Estas buscando algo, te distraes con el perro o la televisión, y terminas olvidando lo que buscabas.

Solución: Intenta crear una imagen mental del objeto antes de iniciar la búsqueda. Si es necesario, puedes asociar el objeto con otros elementos o con una cadena lógica de acciones. Por ejemplo: si estas camino al armario en búsqueda tu traje de baño favorito, piensa en el verano, en sol, en el calor y en cualquier otra situación que te remita al objeto que deseas buscar. Las asociaciones y la organización mental facilitan el funcionamiento de la memoria.

Si esto continua sucediendo, intenta recordar cual fue la cadena de acciones que te llevó a ese lugar. 

 
 
Pérdida de objetos cotidianos

 
Problema: No recuerdas donde pusiste las llaves, la billetera o las gafas de sol. Usualmente, esto se debe a un problema de atención. Cuando llegamos apurados a nuestra casa haciendo alguna tarea simultánea, nuestras mentes vuelan y terminamos guardando objetos en lugares que luego no recordamos. Como en todos los casos, si no le recordamos al cerebro que debe almacenar estas cosas, tarde o temprano terminan desapareciendo.

Solución: Este es un problema muy similar al de olvidar las luces prendidas. Intenta no guardar diferentes cosas al mismo tiempo, y repetir para ti mismo el nombre del lugar donde estás guardando el objeto. Por ejemplo: “Aquí estoy poniendo mis llaves, en la mesa del living.”
Otra opción, y quizás la mejor, es mantener los hábitos. Esta es una de las pocas veces en las que la obsesión tiene su recompensa. Intenta guardar los objetos en el mismo lugar absolutamente todos los días. También puedes designar un lugar donde pondrás todos los objetos (como la billetera, las llaves, y las gafas de sol), lo más probable es que sea fácil de recordar.


Problema para recordar… ¿Cómo se dice…? Palabras

 
Problema: Recordar nombres de calles, películas, canciones, etc., se vuelve una tarea compleja. Este es un problema universal que se vuelve cada vez más serio a medida que pasa el tiempo. No importa cuánto esfuerzo pongamos en recordar la palabra, si nuestra mente está preocupada o concentrada en otras cosas, nunca lograrás recordar la palabra.

Solución: Primero, deshazte del estrés, ya que es la principal causa de mala memoria. La segunda es la multiplicidad, o intentar hacer o recordar varias cosas al mismo tiempo. Despeja tu mente y concéntrate solo en las palabras que quieres recordar. A veces parece que tenemos la palabra en la punta de la lengua pero aun así no podemos recordarla. No te preocupes, esto es algo que sucede todo el tiempo y, de hecho, se debe a un proceso biológico. 

El truco no está en pensar en la palabra que queremos recordar, sino en intentar asociarla con objetos, situaciones o palabras con sonido similar.

Por ejemplo: Si estas tratando de recordar la palabra “universidad”, y está en la punta de la lengua, prueba pensar en “estudiantes”, “profesión”, “campus”, etc.


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