Hay algunas formas en que los médicos pueden tratar los cálculos renales, pero todo depende de su tamaño y ubicación. La mayoría de las piedras se expulsarán con la orina, pero esto puede ser doloroso. Las piedras más grandes se pueden dividir en piezas más pequeñas con un dispositivo llamado Litotriptor extracorpóreo por ondas de choque que transmite ondas de energía al cuerpo directamente en la piedra.
Algunas personas necesitarán varios disparos para romper las piedras; es posible que las piedras puedan medir 1.5 cm o más. Una vez descompuestos, los fragmentos se pueden orinar. Alternativamente, tu médico puede ponerte bajo anestesia y pasar un pequeño telescopio hacia el tracto urinario para extirparlos. Aunque es poco común, se pueden requerir procedimientos más invasivos para eliminar piedras particularmente molestas.
Entonces, ¿cómo puedes determinar si tienes cálculos renales? Los síntomas de esta condición se pueden confundir fácilmente con otras cosas, como una infección del tracto urinario o apendicitis. Naturalmente, los tratamientos son muy diferentes, por lo que es importante conocer los síntomas más frecuentes de cálculos renales.
1. Dolor en la espalda, el vientre o el costado
El dolor en estas áreas puede ocurrir porque tu uréter, el tubo pequeño que pasa la orina desde el riñón a la vejiga, está bloqueado con piedras y provoca que no te encuentres bien. En consecuencia, esto puede causar dolor severo alrededor de los riñones (ubicados en el medio de la espalda). El dolor puede extenderse a la parte inferior del abdomen o los muslos.
2. Dolor o ardor cuando orinas
Esto generalmente ocurre cuando una piedra está a punto de salir del uréter y va a entrar a la vejiga. La acción estimula la vejiga, la irrita y la hace sentir incómoda cada vez que sientes la necesidad de orinar.
3. Orina sanguinolenta
Al igual que en el interior de la boca, el revestimiento interior de los riñones y la vejiga es sensible. La piedra puede rayar el tejido o irritarlo y causar sangrado que puede aparecer en la orina.
4. Solo orinas una pequeña cantidad a la vez
Esto sucede cuando la piedra pasa a través del uréter. Cuando esto sucede, irrita la vejiga haciéndote sentir que tienes que ir con frecuencia, aunque luego realmente no expulses mucha orina.
5. Náuseas y vómitos
Este síntoma puede indicar que el riñón está obstruido, lo que significa que el uréter está parcial o totalmente bloqueado, lo que impide que la orina llegue a la vejiga. Los nervios de los intestinos y los riñones se comparten y una obstrucción renal puede afectar el tracto digestivo, provocar náuseas y posiblemente vómitos.
6. Fiebre y escalofríos
Tener fiebre y escalofríos por sí solo no es un signo de cálculos renales. Aunque si sufres de ellos, junto con otros síntomas, es una señal de que tienes una infección. Las piedras también pueden actuar como un refugio seguro para las bacterias. Esto se convierte en una emergencia médica que debería tratarse de inmediato. Si experimentas fiebre y escalofríos junto con otros síntomas reveladores de cálculos renales, asegúrate de ir a la sala de emergencias de inmediato. Una vez que se retira la piedra, los médicos podrán eliminar la infección con antibióticos.