¿Cómo saber quién de los dos representa el bienestar emocional del niño?
Más allá del comportamiento problemático que solo ocurre con ustedes, la manera más sencilla de identificar al padre que representa el bienestar emocional del niño es preguntarse: al entrar en casa, ¿corre el niño hacia ustedes con un abrazo y grita "¡Mamá!" o "¡Papá!"? Si esto suele ocurrir solo con uno de ustedes, significa que esa persona es a quien el niño ve como su bienestar emocional.
Desafortunadamente, como humanos, a menudo nos permitimos ser más duros con las personas con las que nos sentimos más abiertos, y esto aplica no solo a los niños, sino también a los adultos. Por lo tanto, si tu hijo se porta mejor con ustedes (lo que significa que no representan su bienestar emocional), no significa necesariamente que ustedes lo estén haciendo mejor o que sean más estrictos. Lo que podría indicar es que no están satisfaciendo sus necesidades emocionales, lo que significa que esta responsabilidad recae completamente en tu pareja.
¿Por qué los niños se portan peor contigo?
Si te has dado cuenta de que eres el pozo emocional, la pregunta ahora es: ¿por qué tus hijos se permiten portarse mal cuando están contigo? ¿Por qué tienes que ser tú quien lidia con su comportamiento menos tolerable? Es frustrante, pero hay una razón psicológica.
El Dr. Zishan Khan, psicólogo clínico que trata a niños y adolescentes, lo explica así: "Los niños tienden a expresar toda su gama de emociones con las personas con las que se sienten más seguros porque confían en que estas personas los amarán incondicionalmente, independientemente de cómo se comporten, y esos padres actúan como sus reguladores emocionales".
El término clave aquí es regulación emocional, porque tus hijos no son realmente "disruptivos", solo alrededor de los 5 años empiezan a aprender a regular sus emociones por sí mismos. "Por eso descargan su estrés, frustración y ansiedad en el padre con el que tienen una mayor conexión emocional", explica Khan. Esto no es señal de que algo ande mal, sino de un fuerte vínculo entre el niño y esa persona. En otras palabras, no es un problema ni un fracaso, es un cumplido y un proceso natural. Estás cumpliendo un rol que el niño aún no es capaz de manejar por sí solo.
¿Cómo puedes aliviar la carga del padre con el que el niño tiene dificultades?
Recuerda que, como padres, deben trabajar en equipo, y cuando uno de ustedes tiene más dificultades, el otro puede ayudar de muchas maneras a reducir la carga. Aquí tienes algunos consejos para que el padre que lo tiene más fácil con el niño pueda aliviar la carga del padre que lo tiene más difícil:
1. Asumir la responsabilidad del cuidado emocional del niño
Ambos padres deben asumir su rol como educadores y ser dinámicos. Piensen juntos en qué necesita mejorar cada uno, en este caso, es probable que el padre que tiene menos contacto con el niño deba involucrarse más emocionalmente. Puedes asegurarte de estar ahí para ellos cuando estén tristes, frustrados o enojados, no solo cuando se rían, sonrían o se diviertan.
2. Formen un equipo unido con un objetivo común
No culpes a tu pareja cuando el niño de repente empiece a comportarse peor en su presencia. Como ya hemos mencionado, hay una razón para esto, y no se debe a ninguna culpa, sino todo lo contrario: es algo positivo e importante. Concéntrense en su objetivo común como equipo, y si parece que el padre o la madre que cuida de su bienestar emocional tiene dificultades para gestionar sus emociones o comportamiento en ese momento, estén ahí para ayudar, no para culpar.
3. Pasar más tiempo de calidad con el niño
Una manera de aliviar la carga del progenitor que actúa como el centro de bienestar emocional es dedicarle más tiempo de calidad a él, especialmente cuando el otro progenitor esté presente. Durante este tiempo, guarden los teléfonos y centren la interacción en actividades que el niño disfrute, no solo en las que ustedes disfrutan. Esto ayudará al niño a conectar más emocionalmente con ustedes y le dará un respiro a tu pareja, quien probablemente esté dedicando más tiempo a cuidarlo en esta situación.
4. Involucrar al niño en el proceso de cambio en casa
Tus hijos también forman parte del equipo familiar y, según su edad, puedes explicarles que pueden sentirse seguros siendo ellos mismos con ambos padres. El padre que no actúa como centro de bienestar emocional debe dar un paso al frente y demostrarlo con acciones, no solo con palabras, cuando el niño se comporte en casa de una manera que normalmente generaría una respuesta del otro progenitor, este debe mostrar su presencia y apoyarlo, así como sus emociones.
5. Imponer límites y reglas de forma consistente
No funciona si uno de los dos establece límites y el otro es indulgente, así no funciona un equipo. Si uno de los progenitores ha establecido ciertas reglas y las consecuencias por romperlas, el niño eventualmente intentará poner a prueba los límites con ese padre, porque así es como lo pone a prueba a él y a los límites reales. Naturalmente, esto genera más rabietas con el padre que estableció esas reglas, pero ocurre aún más si el otro padre tiende a permitir lo que el primero no permite. Los niños necesitan saber exactamente qué se espera de ellos y las consecuencias de sus acciones, y esto lo aprenden de ambos padres, no solo de uno.
En conclusión
Si tu hijo tiende a portarse mal y a hacer rabietas más contigo que con tu pareja, no es una mala señal, al contrario, es señal de confianza y de que eres su fuente de regulación emocional. Si la situación es la contraria y eres tú quien lo tiene más fácil con el niño, significa que debes tomar la iniciativa y participar más en su mundo emocional. Lo verdaderamente importante es que trabajen en equipo y no se culpen mutuamente por el comportamiento de su hijo. Cada padre debe cumplir con su rol en la crianza y educación de sus hijos, y cuando trabajan en equipo, es más fácil para ambas partes y mejor para el niño.
