Las nectarinas son una fruta de hueso carnosa y dulce muy similar al melocotón pero con la piel lisa, sin pelo y más rojiza. De hecho, la nectarina es una variedad de melocotón o durazno.
¿Cómo puedes incorporar la nectarina a tu dieta? Puedes tomarla sola, al natural o añadirla a recetas de cocina de dulces o postres como macedonia de frutas, mermelada casera, bizcochos, tartas, helados, etc.
¡Aprovecha ahora que están de temporada e incorpóralas a tu dieta! Te contamos sus beneficios.
Si incorporas nectarinas a tu dieta habitual verás que mejora el tránsito intestinal y puede mejorar los casos de estreñimiento o prevenirlos. La nectarina es una buena fuente de fibra dietética y podemos tomarla tanto en las comidas principales como para picar entre horas como snack saludable.
Gracias a sus carotenos que nos protegen ante enfermedades y fortalecen la vista, el cabello, etc.
Otra función importante del potasio es la de regular los latidos del corazón que junto con la acción de los antioxidantes ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Gracias a la vitamina C, los carotenos, el zinc y selenio que aporta. Estos antioxidantes nos protegen de los radicales libres y previenen enfermedades como el cáncer.
Los minerales de esta fruta contribuyen a que tanto nuestro sistema nervioso como el muscular puedan llevar a cabo sus funciones con normalidad, por lo tanto, la nectarina es una fruta muy indicada durante todas las etapas de la vida.
Ayuda a prevenir enfermedades de la próstata.
Combate la diabetes y la obesidad.
Gracias a la vitamina C que ayuda al cuerpo a absorber el hierro de los alimentos.
Al tener un alto contenido en potasio y bajo en sodio es una fruta excelente para personas que tengan la tensión arterial alta.
Refuerza el funcionamiento neuronal gracias a su aporte de potasio.
Debido a su efecto colerético que estimula la producción de bilis y de digerir mejor las grasas, evitando problemas digestivos.
