1. Personas con sobrepeso
Las personas que son obesas corren un mayor riesgo de coágulos de sangre que se forman en una vena y viajan a través de su sangre. Un peso saludable puede marcar una diferencia en tus posibilidades de desarrollar un coágulo también. Por ejemplo, alguien que tiene un poco de sobrepeso tiene un poco más de riesgo, pero el riesgo aumenta a medida que se vuelve severamente obeso. Además, cuanto más peso llevas en tu cuerpo, más difícil es moverse y permanecer sentado durante largos períodos de tiempo lo coloca en la zona de peligro del coágulo de sangre.
2. Fumadores
Fumar perjudica su salud por una serie de razones y una de ellas es un riesgo elevado de coágulos de sangre. La mayoría de la gente piensa que fumar solo afecta los pulmones, pero también afecta a los vasos sanguíneos. Fumar daña el revestimiento de los vasos sanguíneos, haciendo que la sangre se una más fácilmente. Fumar también es una causa de enfermedad cardíaca y enfermedad de la arteria periférica y es uno de los mayores impulsores detrás de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
3. Mujeres embarazadas
Tener un bebé puede complicar su proceso de coagulación. La causa son las hormonas agregadas, particularmente el estrógeno, que flotan en el torrente sanguíneo. Además, a medida que el bebé crece, puede empujar los vasos sanguíneos en el abdomen y la pelvis y bloquear el flujo causando coágulos.
4. Tomar estrógeno
Tomar una píldora anticonceptiva puede aumentar tus probabilidades de desarrollar un coágulo de sangre. Los síntomas incluyen una pierna hinchada, dificultad para respirar o dolor en el pecho, y la mayoría tiende a ignorar los signos. Pero las mujeres que toman anticonceptivos orales o que están en terapia de reemplazo hormonal deben controlar la presencia de coágulos.
5. Personas con infecciones o enfermedades inflamatorias
¿Estás lidiando con una enfermedad o infección grave? En caso afirmativo, debes estar alerta a los síntomas de coágulos anormales. Algunos tipos de cáncer, como el cerebro, el ovario, el páncreas, el colon, el estómago, los pulmones y los riñones pueden poner a las personas en riesgo de trombosis venosa profunda y embolia pulmonar. Los coágulos pueden aparecer antes del cáncer, y esto significa que podrían convertirse en una señal de advertencia. Otras afecciones lo hacen más propenso a desarrollar coágulos, como diabetes, VIH o enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn o la colitis. Si te lesionas, tu cuerpo puede coagular en puntos internos donde no debería.
6. Personas que permanecen sin moverse durante largos periodos
Hay todo tipo de razones por las que es posible que no te muevas durante varias horas. Las estadías en el hospital son una razón común. De hecho, aproximadamente la mitad de las trombosis venosa profunda y embolias pulmonares ocurren en pacientes que se encuentran actualmente en el hospital o que han estado recientemente en el hospital. La mayoría de estos pacientes han estado acostados en una cama de hospital durante días o incluso semanas después de que sus cuerpos hayan pasado por algún tipo de trauma, como una cirugía o una enfermedad. En este momento de su vida, su riesgo aumenta dramáticamente. Sentarse en un automóvil, autobús o en un avión durante cuatro horas o más es otra situación que puede aumentar el riesgo de coágulos, especialmente si no bebes suficiente agua.