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La Ciencia Nos Explica Por Qué No Es Tan Fácil Dejar Los Bocadillos

El Redactor: Jessica Q. R.
¿Alguna vez compraste un combo de palomitas de maíz en el cine y pensaste "ya comí suficiente", o abriste una bolsa de papas fritas, tomaste algunas y las guardaste porque sentiste que ya estabas satisfecho? Apuesto a que eso nunca te pasó. De hecho, apuesto a que tuviste que luchar activamente contra tu deseo de comerte toda la bolsa de bocadillos de una sola vez.
 
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Bueno, aparentemente, hay una ciencia en este sentido, y se reduce a un ingrediente principal común a todos los alimentos que nos convierte en un pozo de hambre sin fondo: la sal.
Todos sabemos que la sal nos da sed porque es un agente secante que absorbe la humedad, ¿verdad? Incorrecto. En un estudio realizado por un equipo de científicos estadounidenses y alemanes y publicado en 2017, encontraron que la alta ingesta de sal hacía que las personas orinaran más y bebieran menos agua, al tiempo que las hacían sustancialmente más hambrientas.
El equipo probó a un grupo de 10 cosmonautas rusos que participaron en intensas simulaciones de vuelo, donde los aspirantes a viajeros espaciales se encontraban en un entorno controlado y aislado, lo que lo convierte en el escenario ideal para dicha investigación.
Por Qué No Es Ttan Fácil Dejar Los Bocadillos Sal

Los cosmonautas recibieron diferentes dosis de sal en su comida sin otros cambios en la dieta durante el período de prueba. Lo que pareció suceder fue que un aumento en la sal desencadenó un mecanismo de conservación de agua en sus cuerpos que explicaba su menor sensación de sed.

Además, como los niveles de sal eran más altos, los cosmonautas informaron que se sentían más hambrientos, a pesar de que el contenido calórico de sus alimentos seguía siendo el mismo. El Dr. Jens Titze, uno de los autores del estudio, postula que el cuerpo ejerce energía para conservar el agua, lo que provoca un aumento del hambre ya que el cuerpo necesita más calorías para quemar para sostener el esfuerzo de conservación.

En un estudio separado, el equipo de investigadores intentó probar algunas de sus hipótesis en ratones. Descubrieron que una dieta rica en sal hacía que los ratones secretaran más urea en los riñones. Se pensaba que la urea (uno de los componentes principales de la orina, por el que recibe su nombre) era un producto de desecho, pero esta investigación demostró que tenía una función mucho más importante. La urea en los ratones parecía proteger el agua de los elementos absorbentes de la sal, pero sintetizar tanta urea estaba drenando a los ratones, lo que les hacía comer más. Además, encontraron que en los ratones alimentados con sal, el cuerpo estaba consumiendo proteínas en el sistema muscular para inducir la creación de un exceso de urea, lo que provocaba la pérdida de masa muscular.
Todo esto se suma a los efectos negativos más conocidos que tiene la sal sobre la presión arterial. Como en la mayoría de las cosas, no se anima a las personas a eliminar por completo la sal de su dieta, ya que cumple varias funciones cruciales en nuestro cuerpo. Por el contrario, debes usarla con moderación y abstenerte de bocadillos demasiado salados tanto como sea posible.
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