El mundo de la nutrición está rodeado de mitos e ideas erróneas, en especial cuando se trata de alimentos grasos o calóricos. Sin embargo, para evitar confusiones y cuidar nuestra salud, es importante contar con información certera que nos permita comprender con claridad los diferentes tipos de grasas, sus beneficios, composición y efectos en el organismo. Si quieres cuidar tu salud y tu figura, no te pierdas este práctico artículo que te enseñará todo lo que necesitas saber para poder utilizar los lípidos a tu favor…
1- Hay muchos tipos de grasas
No toda la grasa corporal está compuesta de la misma forma. De hecho, el cuerpo de cada individuo está compuesto por diferentes tipos de grasas, como el tejido adiposo pardo, el tejido adiposo blanco, tejido subcutáneo, grasa visceral, y grasa abdominal.
• El tejido adiposo blanco (grasas blancas) almacena energía y secreta hormonas, como la adiponectina, que regula el metabolismo energético del organismo, estimulando la oxidación de ácidos grasos, reduciendo los triglicéridos plasmáticos y mejorando el metabolismo de la glucosa mediante un aumento de la sensibilidad a la insulina.
• Cuando es estimulado mediante una alimentación saludable y ejercicio, el tejido adiposo pardo ayuda a quemar calorías y eliminar grasa blanca. Además, este tipo de grasa nos proporciona calor cuando las temperaturas externas son bajas. Por esta razón es especialmente abundante en animales que hibernan.
• El tejido subcutáneo (hipodermis) se encuentra debajo de la piel y es utilizado para medir el índice de grasa corporal con un calibrador. Este tipo de grasa proporciona forma al contorno corporal y le da movilidad a toda la piel.
• La grasa visceral, que suele desarrollarse alrededor de los órganos, contribuye a la formación de grasa abdominal, produce un impacto en la resistencia a la insulina, y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares.
• La grasa abdominal es una combinación del tejido subcutáneo y la grasa visceral.
2- La función de los lípidos
De acuerdo con los médicos del Centro de Investigaciones Para La Obesidad y La Nutrición de la Universidad de Boston, la existencia de grasa en el cuerpo tiene dos funciones principales:
• Las células grasas almacenan las calorías extra para luego utilizarlas si la persona se siente hambrienta o carente de energía.
• Las células grasas secretan una serie de hormonas que regulan diversas funciones metabólicas.
3- La cintura es equivalente a la salud del corazón
Los doctores de la Clínica Mayo aseguran que, midiendo la circunferencia de la cintura, es posible determinar el riesgo de enfermedades cardiacas de una persona. Por ejemplo, en un estudio que midió la cintura de varias mujeres para determinar el posible riesgo de diabetes tipo II, enfermedades cardíacas, y accidentes cerebrovasculares, los investigadores lograron descubrir que aquellas voluntarias con una circunferencia mayor a 93 cm presentaron un riesgo 80% mayor a la hora de padecer problemas de salud, en comparación con aquellas mujeres cuya cintura medía menos de 80 cm.
4- Composición individual de las células grasas
Aunque todos los individuos estamos compuestos por diferentes tipos de grasas, los científicos de la Clínica para la Obesidad de la Universidad Cornell afirman que todo depende de la composición de las células grasas de cada persona (adipocitos). Por ejemplo, si tienes células pequeñas de grasa blanca, lo más probable es que produzcas más cantidad de adiponectina, la hormona reguladora de la insulina. Sin embargo, si las células grasas son grandes, se generará una menor producción de adiponectina y un consecuente aumento del riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiacas.
5- Grasa de caderas Vs grasa abdominal
Todos sabemos que las mujeres tienden a desarrollar grasa en la zona de las caderas (forma de pera), y los hombres en la zona del abdomen. Sin embargo, parece ser que la acumulación de grasa es menos perjudicial en ciertas áreas antes que otras. De acuerdo con expertos de la Facultad de Medicina de Harvard, la acumulación más peligrosa se produce en el abdomen, ya que este tipo de grasa aumenta el índice de enfermedades metabólicas, como la diabetes, el colesterol, y las enfermedades cardíacas.
6- ¿Qué son las grasa saludables?
Cuando se trata del consumo de grasas saludables, las grasas insaturadas, presentes en pescados grasos, nueces, granos, aceite de oliva, y aguacates, son las más recomendadas por los expertos en nutrición. Ten en cuenta que no todas las grasas están compuestas de la misma forma, y que siempre es mejor obtener nuestra dosis de lípidos a partir de alimentos complejos y naturales, en lugar de productos procesados.
7- Las grasas que deberías reducir
Mientras que las grasas insaturadas son consideradas “saludables”, las grasas saturadas, presentes en productos procesados, no aportan nutrición alguna para tu dieta. La Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard ha asociado las dietas ricas en grasas saturadas con un aumento del colesterol malo y las enfermedades cardíacas.
8- Reemplaza grasas saturadas por insaturadas
Una de las mejores formas de mantener una alimentación sana y beneficiosa para el organismo es reemplazando las grasas saturadas, es decir los snacks, las galletas, las papas fritas, y el pan blanco, por grasas insaturadas, como aguacates, aceite de oliva, granos integrales, nueces, pescados, y una variedad de frutas y vegetales.
Artículo original: ActiveBeat
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