Todos necesitamos una buena noche de sueño; puedes hacer ejercicio y comer muy saludablemente, pero estos hechos serán ineficaces si no duermes lo suficiente y con calidad cada noche. Sin suficientes horas de sueño, tu cuerpo y mente no son capaces de funcionar correctamente.
La deficiencia continua del sueño se ha ligado a enfermedades cardíacas y renales, tensión arterial alta y diabetes. Hay muchas cosas que pueden interrumpir la calidad de sueño: enfermedades, estrés, ansiedad, depresión, medicamentos, alcohol, drogas, tabaco, cafeína, un accidente traumático, trabajo por turnos y jet lag. Sin embargo, un factor en que nadie realmente piensa es la almohada. Tu almohada puede reducir la calidad de sueño e impactar negativamente en tu vida.
Este artículo te aconseja sobre cuándo es el momento de cambiar de almohada, sobre su tamaño adecuado, y qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar una almohada nueva.
Signos comunes de que tu almohada no es la adecuada y necesitas reemplazarla
Raramente pensamos en cambiar de almohada; sin embargo, es importante cambiarla cada 12-18 meses. De no hacerlo puede resultar perjudicial para tu bienestar. Si usted te despiertas con dolor de cuello severo, dolor de espalda, cuello duro o dolores de cabeza, entonces es el momento de salir y comprar una almohada nueva.
Una almohada vieja puede contener miles de células de la piel y los ácaros del polvo (y heces), que puede causar graves problemas para los que sufren de asma, afecciones de pulmón y alergias al ácaro del polvo. De hecho se estima que alrededor de un tercio del peso de una almohada vieja se compone de la materia antes mencionada.
Una buena prueba para ver si tu almohada necesita ser reemplazada es doblarla por la mitad y soltarla después de un segundo o dos. Si vuelve a su forma normal sigue estando en buen estado, pero si no, es hora de cambiarla.
El objetivo de usar una almohada es mantener la cabeza en una posición de alineación neutral. Esto significa que cuando estás dormido tu cabeza estará reposada en ángulo recto con los hombros (sin estar doblada demasiado lejos adelante o detrás). Nuestros cuellos se inclinan ligeramente hacia delante -para ayudar a sostener el peso de nuestras cabezas cuando están de pie-, y es igualmente importante mantener esta curva cuando se está en posición de reposo. Por lo tanto, el tamaño de la almohada es absolutamente vital.
Si tu almohada es demasiado alta: hará que los músculos del cuello se estiren y la columna vertebral se curve en la parte superior. Esto significa que el cuello estará muy tieso y dolorido cuando despiertes. Esta rigidez y dolor también pueden acompañarse por dolor de cabeza. Además este tipo de posición también puede estrechar el tubo de aire, lo que significa respiración obstruida y en última instancia ronquidos (que no sólo pueden interrumpir tu sueño, sino también el sueño de los demás).
Si tu almohada es demasiado baja: hará que los músculos del cuello se hundan y tu columna vertebral se curve hacia abajo en la parte superior. Una vez más, esto causará dolor de cuello, rigidez y dolores de cabeza.
Pero en última instancia, como veremos ahora, que tu almohada sea demasiado alta o demasiado baja depende de la posición que adoptas al dormir.
Sobre la posición al dormir
Si duermes boca arriba: debes asegurarte de que tu almohada es baja y ya que apoyas principalmente el cuello. Así te aseguras de que el cuello no está forzado demasiado adelante.
Si duermes boca abajo: lo primero que debes hacer es cambiar tu posición al dormir. Dormir apoyando el estómago en colchón te hace doblar el cuello hacia atrás en una posición muy poco natural. Pero si piensas que ere incapaz de cambiar de posición, entonces la almohada debe ser lo más plana posible.
A la hora de elegir entre almohada con plumas o almohada con relleno de fibra, esto depende totalmente de tu gusto personal. Aunque si eres de los que duermen de lado algunas veces y otras boca arriba, es una buena idea comprar una almohada con plumas, ya que te permitirá mover el relleno y ajustar la altura de la almohada.
Fuentes: webmd, physioworks y lifehack
Imágenes: pixabay y depositphotos