A veces podemos ignorar todo lo que es positivo en nuestras vidas y nos quejamos ante cualquiera que nos escuche. Puede llegar a situaciones tan graves que incluso cuando nos preguntan sobre cosas positivas de nuestra vida, encontramos algo de qué quejarnos. Desafortunadamente para nuestros cónyuges, ellos son los que más nos rodean y también son los que escucharán esta negatividad más que nadie.
Todos necesitamos que nuestros problemas sean escuchados de vez en cuando, pero no caigas en este hábito constante de buscar atención, lástima, reconocimiento o cualquier otra cosa. Es una manera fácil de conseguir todo esto, pero no funciona bien a largo plazo y terminarás creando una nube negra dentro de tu casa que hará que los sentimientos de todos sean negativos, y luego las peleas simplemente sucederán por sí mismas.
Así como está bien quejarte de vez en cuando pero no con regularidad, también los desacuerdos en la relación son algo normal y natural. Esto significa que son honestos el uno con el otro y fieles a sí mismos dentro de la relación. Sin embargo, a veces el desacuerdo puede abrir la ventana para "arrojar luz" sobre toda una parte del carácter de tu pareja que no te gusta.
No permitas que un caso se convierta en un ejemplo para demostrar tu punto en un momento de ira. Si tienes algo que decir, opta por decirlo en un momento previsto y en un ambiente tranquilo para que la discusión sobre el tema no se convierta en una pelea en toda regla. Piénsalo: si haces un berrinche cuando alguien no está de acuerdo contigo, ¿qué dice eso sobre tu carácter?
Incluso si eres un experto en multitarea y realmente puedes realizar múltiples tareas, cuando hables con alguien, especialmente con tu cónyuge, quédate con él al 100 por ciento. No navegues por tu teléfono inteligente, no mires televisión y no hagas nada excepto mirarlos a los ojos y escuchar con atención. Si realmente no tienes tiempo para hablar, sé honesto y di que tendrás tiempo para ellos en otro momento, o pregunta si se puede acortar la historia.
Recuerda que toda tu atención es el mayor regalo que puedes darle a tu pareja. Ni siquiera tienes que responder siempre; a veces tu cónyuge simplemente querrá hablar y que alguien lo escuche, y tú también.
El chantaje emocional es una situación en la que se aplica un determinado castigo emocional si la pareja no hace lo que la otra parte le pide. Lo que se requiere del cónyuge es cambiar su comportamiento en contra de su voluntad, y esto es con el fin de protegerlo de un daño de su parte que evite el efecto inevitable del chantaje emocional.
Para evitarlo, debes trabajar en tus habilidades comunicativas. En la relación debe haber lugar para todas las emociones, positivas y negativas, y si uno de los miembros de la pareja no puede expresar ambas, será difícil evitar las peleas que surgirán, porque al final lo que es difícil de tolerar en algún momento explotará.