Todos conocemos el dicho: "Nuestro cuerpo es una máquina de vivir". Somos los primeros en estar de acuerdo con esta afirmación, basta con echar un breve vistazo a nuestra sección de salud o de recetas para comprobarlo (y algunos consejos realmente buenos, si me permiten decirlo). Y cuanto más combustible de calidad le dés, mejor funcionará. Pero incluso el combustible de alta calidad debe cambiarse a medida que nuestro cuerpo envejece: tu cuerpo no es la misma máquina que cuando tenías 20 años. Por ejemplo, ¿sabías que los adultos que envejecen tienen naturalmente un menor volumen de agua y un mayor volumen de grasa en el cuerpo?
En este artículo, te daremos algunos consejos prácticos para perder peso y buenos hábitos de alimentación e hidratación que debes adquirir después de cumplir los 50 años.
1. Bebe al menos la mitad de tu peso en onzas de agua.
Por ejemplo, si pesas 60 kg (132 lbs), deberías intentar beber al menos 890 ml (30 fl oz) de agua al día. Eso es sólo el mínimo. Puedes beber más si crees que lo necesitas. Recuerde que, a medida que envejece, la sensación natural de sed disminuye, por lo que es menos probable que note que está deshidratado. Si haces ejercicio, recuerda mantenerte hidratado antes, durante y después de la sesión, ya que esto ayudará a la recuperación posterior al entrenamiento.
2. Intenta cambiar las bebidas muy cremosas o azucaradas por opciones más magras
Si consumes mucha cafeína y te gustan las bebidas de café con sabor, como los cafés con leche de vainilla y moca o los frappuccinos de Starbuck, intenta cambiarlos por un café frío más magro de vez en cuando. Recuerda que ganamos peso principalmente por el azúcar, no por la grasa. Piénsalo así: comer un aguacate rico en grasa a diario no te hará ganar peso como lo hará comer un donut azucarado a diario.
También puedes leer sobre las alternativas a la cafeína aquí o aquí. El mismo principio se aplica al té y a los refrescos. Te recomendamos que endulces tu bebida con miel sin procesar en lugar de azúcar o edulcorantes artificiales y que pruebes el agua con gas en lugar de los refrescos.
Si no te gusta beber agua, puedes prepararte un buen té caliente o frío. El té verde, por ejemplo, tiene una plétora de beneficios que comentamos en este post: 8 Grandes Beneficios Del Té Verde Para La Salud
3. Bebe para mantener tu figura
Recuerda que el alcohol tiene 7 calorías por mililitro, por lo que puede ser muy fácil acumular calorías de forma inadvertida. De hecho, somos muy fans del vino y demás y te animamos a que sigas disfrutando de alguna bebida alcohólica de vez en cuando si lo haces. Pero como en todo, el veneno está en la dosis.
Empezar el día con una bebida de una cucharada de vinagre de sidra de manzana diluida en un mínimo de 240 ml de agua es una forma sencilla de mantener esa figura delgada que tienes, ya que su contenido en ácido acético te ayudará a controlar el azúcar en sangre.
4. Come con más frecuencia para aumentar el metabolismo
Aunque parezca una locura, este consejo está respaldado por los dietistas. En un artículo sobre cómo aumentar el metabolismo, WebMD dice que "hacer una pequeña comida o un tentempié cada 3 o 4 horas mantiene el metabolismo en marcha". Y en el blog de salud y recetas Eat This, Not That!, la dietista y nutricionista titulada Sandy Younan Brikho dice: "Comer con más frecuencia a lo largo del día aumentará tu metabolismo". Explica que el objetivo de hacer comidas frecuentes más pequeñas en lugar de comidas ocasionales más grandes es mantener el hambre a raya.
Ahora que tenemos pruebas, ¿cómo podemos traducirlas en nuevos hábitos? Brikho, al igual que muchos otros nutricionistas como ella, entiende que la transición a nuevos hábitos alimentarios es un reto. Por eso, sugiere "empezar poco a poco, añadiendo un refrigerio y luego gradualmente otra comida."
5. Familiarízate con el almidón resistente
Los almidones resistentes se llaman así porque son "resistentes" a la digestión. Pasan por el intestino delgado sin ser digeridos y son fermentados por las bacterias intestinales. Los subproductos de este proceso "ayudan a mejorar la respuesta de la insulina y a disminuir el almacenamiento de grasa alrededor de la cintura", según la experta en salud intestinal Kara Landau. Las legumbres, los plátanos crudos, las papas, las semillas, los frutos secos y los cereales son algunos ejemplos de alimentos que contienen mucho almidón resistente.
6. Sigue la regla del 50%
La regla dice simplemente que hay que cubrir la mitad del plato con verduras cada vez que se come. Pueden ser verduras crudas y cortadas, pero también puedes aliñarlas con aceite de oliva, sal, pimienta, zumaque, vinagre, mostaza, ajo y un simple aliño de aceite. Las verduras también pueden cocinarse u hornearse, e incluso pueden venir en forma de un abundante guiso. Este artículo puede ser de gran ayuda: Estas Verduras Tienen Mayor Valor Nutricional Cuando Se Cocinan.
En cuanto a la otra mitad de tu plato, Mehak Naeem, RDN, nutricionista dietista registrada, sugiere tratar de "consumir grasas de origen vegetal y marino, limitando las de origen animal."
7. Toma mucha fibra
La fibra te mantendrá lleno durante más tiempo. También promueve un microbioma intestinal saludable, ya que alimenta las bacterias buenas en su intestino, reduciendo así la hinchazón, los gases y apoyando la buena digestión en general.
¿Todavía no confías en la fibra? Quizá este artículo le haga cambiar de opinión.
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