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Dieta Para Pacientes Con Insuficiencia Renal

Cuando una persona es diagnosticada con Insuficiencia Renal Crónica (IRC), es necesario realizar una serie de cambios en la alimentación, con el objetivo de mantener equilibrados los niveles de electrolitos, minerales y líquidos en el organismo, y evitar la acumulación de líquidos en los pulmones, corazón, tobillos y otras partes del cuerpo, en especial si se trata de pacientes bajo tratamiento con diálisis. 

Carbohidratos
 

Si no tienes problemas para consumir carbohidratos, estos alimentos pueden funcionar como una buena fuente de energía. En estos casos, la clave es elegir un tipo de carbohidrato que no aporte calorías “vacías.” Si tu médico de cabecera te ha recomendado seguir una dieta baja en proteínas, puedes reemplazar las calorías de este nutriente por cualquiera de los siguientes alimentos:

Frutas, panes y granos integrales, y vegetales: estos alimentos proveen energía, fibra, minerales y vitaminas.
El consumo de carbohidratos simples, como tortas, panes, galletas y dulces, debe limitarse, en especial si se trata de pacientes diabéticos. 

Grasas
 

Las grasas son un componente esencial en nuestras dietas, ya que ayudan a transportar vitaminas a las células del cuerpo, e intervienen en la producción ciertos tipos de hormonas, como el estrógeno o la testosterona. Sin embargo, el consumo excesivo de grasas, en especial de las malas, puede resultar en enfermedades cardíacas, sobrepeso y otros problemas de salud. 

Los pacientes con IRC deben reducir el consumo de grasas saturadas y optar por alimentos con grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, presentes en el aceite de canola, el aceite de oliva, los frutos secos, el salmón, y el atún. 

Proteínas
 

Nuestro cuerpo utiliza proteína para construir y reparar músculos y tejidos, producir anticuerpos y ciertos tipos de enzimas y hormonas. Antes de llegar a las últimas etapas de la enfermedad renal crónica, los pacientes deben reducir el consumo de proteínas para reducir el estrés y la presión sobre los riñones, y evitar la acumulación de desechos proteínicos en la sangre. 

Sin embargo, los pacientes en diálisis, en especial si se trata de la diálisis peritoneal, deben aumentar la ingesta de proteínas para restaurar los músculos y los tejidos perdidos durante el tratamiento. Las mejores fuentes de proteína son los pescados, la carne de ave, los huevos y los vegetales de hoja verde. 

Calcio y fósforo
 

Debido a que la baja concentración de calcio puede debilitar los huesos, y las altas concentraciones de fósforo pueden causar dolor en las articulaciones y otros problemas de salud, en fundamental controlar los niveles de estos minerales con frecuencia. En este sentido, deberás reducir el consumo de productos lácteos, ya que son ricos en fósforo, y aumentar el consumo de frutas y vegetales que no aporten altas cantidades de potasio.

La mayoría de los pacientes con altas concentraciones de fosfato en sangre deberán acompañar el tratamiento con quelantes de fosfato para reducir la absorción de este mineral.

Fluidos
 

Aunque en las primeras etapas de la enfermedad el consumo de líquidos no necesita ser limitado, si el cuadro comienza a empeorar y el paciente debe someterse a diálisis, es importante reducir su ingesta de manera de evitar la acumulación de fluidos en el cuerpo. Te recomendamos consultar con un nutricionista que te ayude a determinar la cantidad de líquidos permitida para tu caso.

Sodio
 

El control del consumo de sodio es esencial para controlar la presión arterial, prevenir la deshidratación, y evitar la retención de líquidos, en especial cuando se trata de pacientes en tratamiento de diálisis. Por esta razón, te recomendamos optar por alimentos libres de sodio o productos que no superen los 100 mg por porción. 

Nota: evita utilizar sustitutos de la sal, que éstos contienen altos niveles de potasio.

Potasio
 

Aunque los niveles normales de potasio ayudan a mantener la buena salud del corazón, cuando los riñones no funcionan correctamente, el paciente corre riesgo de acumular este mineral en la sangre y sufrir serias complicaciones de salud. 

A la hora de elegir frutas:
Opta por duraznos, uvas, peras, manzanas, piña, ciruelas, cerezas, sandía.
Limita o evita el consumo de naranjas, en todas sus formas, kiwi, pasas de uva, frutas deshidratadas, banana, melón y nectarinas. 

A la hora de elegir vegetales:
Opta por brócoli, repollo, zanahorias, coliflor, apio, pepino, berenjena, frijoles verdes, lechuga, cebolla, ají morrón, y calabacín. 
Limita o evita el consumo de espárragos, aguacates, papa, tomate, en todas sus formas, calabaza, y espinaca cocida.

Hierro
 

Por lo general, los pacientes en las etapas más avanzadas de la enfermedad necesitan aumentar su ingesta de hierro. Este mineral puede encontrarse en cantidades abundantes en carnes, frijoles, y cereales fortificados. 
 
Artículo original: Nlm

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