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Reflexión: Cada Hijo Es Un Padre De La Muerte De Su Padre

El Redactor: Jessica Q. R.

"Hay una ruptura en la historia familiar donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre.

Ahí es cuando papá envejece y empieza a trotar como si estuviera en una niebla. 

Lento, lento, no preciso.

Reflexión: Cuando Nos Convertimos En Padres De Nuestros Padres, adulto mayor caminando con un bastón

Es cuando ese padre que sostuvo nuestra mano fuertemente no tiene manera de levantarse solo. Ahí es cuando ese padre se debilita para siempre y tarda el doble de tiempo en levantarse de su asiento.

Ahí es cuando ese padre, que solía gobernar y ordenar, hoy solo suspira, solo gime, solo busca dónde está la puerta y dónde está la ventana, todo está lejos, muy lejos para él.

Ahí es cuando ese padre, antes dispuesto y trabajador, no se logra quitar la ropa y no recuerda sus medicamentos.

Y nosotros como niños no haremos más que cambiar de roles y aceptar que somos responsables de esa vida. 

Reflexión: Cuando Nos Convertimos En Padres De Nuestros Padres, hijo lleva a su padre en silla de ruedas

Esa vida que nos creó depende de nuestra vida para morir en paz.

Cada hijo es el padre de la muerte de su padre.

O, quién sabe, la vejez de mamá y papá es extrañamente nuestro último embarazo. 

Nuestra última sesión docente.

Una fase para devolver la atención que nos han confiado a lo largo de las décadas, de corresponder el amor con la amistad de la escolta.

Y en un abrir y cerrar de ojos cuando acomodamos nuestra casa para la seguridad de nuestros bebés, tapando enchufes y poniendo salas de juegos, alteraremos la rutina de los muebles, ahora para criar a nuestros padres.

Una de las primeras transformaciones tiene lugar en el baño.

Reflexión: Cuando Nos Convertimos En Padres De Nuestros Padres, barra para el baño

Seremos padres de nuestros padres cuando sea hora de poner una barra en la ducha.

La barra es icónica. 

La barra es simbólica. La barra es para inaugurar un codo desde las aguas.

Porque la ducha, simple y refrescante, es ahora una tormenta para los pies mayores de nuestros tutores. 

No podemos abandonarlos en ningún momento.

Porque envejecer es caminar de la mano con objetos, envejecer es subir escaleras incluso sin escaleras.

Reflexión: Cuando Nos Convertimos En Padres De Nuestros Padres, adulto mayor con bastón en casa

Seremos extraños en nuestra residencia. Observamos cada detalle con miedo e incertidumbre, con duda y preocupación. 

Seremos arquitectos frustrados, ingenieros y decoradores. 

¿Cómo no anticipamos que los padres se enfermen y nos necesiten?

Lamentaremos los sofás, las alfombras, lamentaremos cada obstáculo que encuentren.

Reflexión: Cuando Nos Convertimos En Padres De Nuestros Padres, adulto mayor y su hijo tocando la guitarra

Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de morir, y triste el hijo que solo aparece en el funeral y no se despide ni un poco antes.

Lo que un padre solo quiere escuchar al final de su vida es que su hijo está ahí”. 

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