Algunos hábitos en la cocina parecen automáticos, como colocar el rollo de papel de cocina cerca de la estufa o tener tus guantes de cocina favoritos a mano. Tiene sentido, sobre todo si buscas comodidad. Pero esa comodidad puede conllevar riesgos que quizás no te des cuenta. La estufa puede alcanzar fácilmente temperaturas superiores a los 260 °C, lo que significa que cualquier cosa cercana o por encima podría estar expuesta a temperaturas muy superiores a los 38 °C. Esto puede provocar que los alimentos se sequen, que se derritan objetos e incluso un incendio.
Si has estado guardando objetos comunes junto a la estufa sin pensarlo dos veces, quizá sea hora de revisar la cocina. Aquí tienes diez cosas que siempre debes mantener alejadas de la estufa, aunque al principio parezcan inofensivas.
Puede parecer conveniente tener la botella de aceite cerca de donde cocinas, pero no es una buena idea. El aceite almacenado cerca de fuentes de calor, como una estufa, puede convertirse fácilmente en un peligro de incendio. Una botella demasiado cerca de un quemador o una llama abierta podría incendiarse o derramarse, provocando un incendio por grasa. Estos problemas son difíciles de manejar y se propagan rápidamente.
A largo plazo, también existe el problema de la calidad. La exposición al calor acelera la oxidación, lo que acelera el enranciamiento del aceite. Esto no solo arruina el sabor, sino que también afecta su vida útil. Para evitar estos problemas, guarda el aceite en un armario fresco y seco.
Colocar granos o posos de café cerca de la estufa puede alterar seriamente su sabor. Las altas temperaturas descomponen los compuestos aromáticos que le dan al café su sabor y aroma. Con el tiempo, esto resulta en una bebida rancia o amarga. Y hay otro problema: el vapor. Si la humedad se filtra en el café, puede provocar grumos e incluso moho, especialmente si el recipiente no está bien cerrado.
La mejor manera de almacenar el café es en un recipiente hermético y opaco, en un lugar fresco y oscuro, alejado del calor o de los cambios de temperatura.
La fruta puede lucir estupenda en la encimera, pero colocar el frutero demasiado cerca de la estufa es una receta para que se eche a perder rápidamente. El calor y el vapor pueden hacer que la fruta se ablande, madure demasiado o se pudra más rápido de lo normal. Incluso frutas resistentes como las manzanas y las naranjas pueden verse afectadas.
Si el espacio es reducido, considera mover el frutero a una mesa cercana o a otro rincón más fresco de la cocina. Esto ayuda a mantener la fruta fresca por más tiempo y reduce el desperdicio de alimentos.
¿Te gusta guardar vitaminas o medicamentos en la cocina para tu comodidad diaria? Piénsalo mejor. El calor y la humedad de la cocina pueden descomponer los ingredientes activos, lo que reduce su eficacia e incluso podría volverlos inestables. Esto también aplica a suplementos comunes como los probióticos y el aceite de pescado.
Un lugar mejor es un lugar fresco y seco con una temperatura estable. Siempre revise la etiqueta para ver las instrucciones de almacenamiento y, a menos que se recomiende refrigerarlos, evita guardarlos en la cocina.
Muchos solemos dejar electrodomésticos como tostadoras o licuadoras cerca de la estufa. Ahorramos espacio en la encimera, ¿verdad? Pero ¿has considerado que los cables pueden resbalarse o caerse sobre las hornillas calientes, lo que puede provocar incendios? Incluso si el electrodoméstico no está encendido, el calor ambiental puede dañar los cables o las piezas internas. La grasa y las salpicaduras de comida al cocinar también pueden obstruir los aparatos.
Una opción más segura es enchufarlos lejos de la estufa o guardarlos cuando no se usen. Lo ideal es darles su propio espacio en una encimera o armario aparte para mantener todo organizado y seguro.
Están en casi todas las cocinas y se usan todo el día. Pero las toallas de papel y el calor no son una buena combinación. En cocinas pequeñas, es fácil colocar el rollo justo al lado de la estufa solo por comodidad. Ese pequeño movimiento podría ser un gran error. Si se exponen al calor o a llamas abiertas, las toallas de papel pueden incendiarse fácilmente, especialmente con prisas al cocinar en varias hornillas.
Mejor guárdalas en un cajón o colgadas de una rejilla, lejos de cualquier fuente de calor. Es un simple cambio que puede evitar accidentes en la cocina.
La madera no debe estar cerca de las hornillas. Al exponerse al calor y al vapor de la cocina, las tablas de cortar de madera pueden expandirse y contraerse. Esa tensión constante deforma la tabla y puede causar grietas. ¿Esas pequeñas grietas? Perfectas para que se instalen bacterias. Y como es inflamable, no es algo que quieras apoyar cerca de una llama abierta.
Guárdala en posición vertical dentro de un armario o en una rejilla al fondo de la encimera si tienes poco espacio. Durará más y será más segura.