El coronavirus en sí puede ser novedoso, pero el brote está provocando algunos instintos muy primarios en las personas: mecanismos de advertencia y afrontamiento que han estado con la humanidad desde los albores del tiempo: miedo y ansiedad. Según los expertos en salud mental, sentirse preocupado en tal situación es absolutamente normal e incluso saludable. Hay una razón por la que este rasgo evolutivo se ha mantenido durante millones de años: nos alerta en momentos de peligro y nos impulsa a desarrollar nuevas habilidades de supervivencia.
El problema es cuando la ansiedad se vuelve desproporcionada a la situación. Puede convertirse en miedo o una sensación de desesperanza y comienza a interferir con nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar. Seguir las instrucciones oficiales (quedarse en casa, distanciamiento social, etc.) es importante porque involucra el comportamiento de resolución de problemas. Pero la incertidumbre de cuánto durará esta situación, el flujo constante de nueva información y el aislamiento social crean un terreno fértil para una ansiedad creciente.
El pánico también puede ser contagioso. Para pasar este tiempo de la manera más tranquila y saludable posible, es importante estar familiarizado con las formas de calmarnos. Todos los consejos en esta lista son confirmados por los CDC y expertos profesionales en salud mental.
Siéntate, cuenta tus respiraciones, dentro y fuera, durante 10 segundos y repite. Hay otras acciones que puede tomar para cambiar tu enfoque, como estiramientos de centrado lentos o incluso simplemente sentarte en el piso. Puedes buscarlos en línea o usar una aplicación de respiración guiada para ayudar.
Mantenerte informado no significa que tengas que estar conectado y seguir las noticias en vivo las 24 horas, los 7 días de la semana. Realmente puede llegar a ser agotador. Desactivar las notificaciones en las aplicaciones de noticias puede ayudar a aliviar algo de esa presión. Elige una o dos fuentes confiables, como los CDC o la OMS, y realiza un seguimiento de tus actualizaciones en los momentos asignados una o dos veces al día.
También se recomienda establecer un período de tiempo específico para que evites quedar atrapado en las redes sociales, lo que probablemente aumentará la ansiedad.
Estar en casa no significa estar solo, o con tu familia o compañeros de casa durante un período de tiempo mucho más largo de lo que están acostumbrados. A algunos se les puede pedir que se pongan en cuarentena, pero eso no significa aislarse por completo. Mantener la interacción humana en esos momentos es muy importante.
Ser capaz de expresar tus pensamientos sobre el virus, intercambiar opiniones y hacer bromas te hará sentir apoyado y facilitará la superación de la ansiedad. En este caso, la tecnología es una bendición: llama, chatea por video y mantente en contacto diariamente a sus amigos y conocidos.
Para algunas personas, no es el contagio del virus en sí lo que está causando estrés, sino la sensación de vacío y la interrupción de las rutinas diarias. Entrar en un comportamiento destructivo es fácil cuando te limitas a tu hogar, y mientras duermes y camina en tu ropa de dormir puede sentirse bien durante un par de días, pero solo aumentará la ansiedad a largo plazo.
Trata de mantener su rutina de sueño lo más consistente posible y duerme al menos 7 horas. Despierta a una hora razonable por la mañana, cámbiate la pijama y establece una estructura para ti. Trabaja o estudia desde casa si es posible, cocina para ti y come 3 comidas al día.