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La Vida Eterna: Una Bella Historia Con Moraleja

El Redactor: Jessica Q. R.

En un hogar acogedor, reside una familia feliz: dos padres, un hijo y un abuelo. Todas las noches, el niño escucha con entusiasmo los cuentos del pasado de su abuelo. El niño está cautivado por la colección aparentemente interminable de historias aterradoras, divertidas y fascinantes, cada una de las cuales contiene una lección valiosa.

A medida que pasan los años, los efectos del tiempo comienzan a manifestarse en la salud del abuelo. Se da cuenta de que sus días están contados y su vida está llegando a su fin.

El niño, escuchando las historias de su abuelo todos los días, reflexiona sobre cómo otorgar a su amado abuelo la vida eterna o al menos unos años más preciosos. Con inocente entusiasmo, se acerca a su abuelo y comparte su revelación: "Abuelo, ¡creo que sé cómo puedes vivir otros 60, 70 u 80 años!".

La Vida Eterna: Una Bella Historia Con Moraleja

El abuelo, apreciando la inocencia de la sugerencia de su nieto, sonríe y responde amablemente: "He vivido una vida larga y plena, siendo testigo de innumerables maravillas. Ahora, con unos meses más, si Dios lo permite, ha llegado mi momento".

"Abuelo", dijo el nieto, "sé que has vivido una vida larga y satisfactoria, logrando mucho. Pero antes de que te vayas, tengo una humilde petición. ¿Serías tan amable de escribir todas las historias que has compartido conmigo? , esos preciosos cuentos para dormir? Significaría mucho para mí tener algo de ti a lo que aferrarme".

Conmovido por la súplica de su nieto, el abuelo se conmovió profundamente. Rápidamente tomó un cuaderno y transcribió minuciosamente cada historia que había contado con amor a lo largo de los años. A pesar del desafío de recordar cada detalle intrincado, derramó su corazón en las páginas, asegurándose de capturar la esencia. Después de aproximadamente dos semanas, le entregó el cuaderno completo a su nieto.

La Vida Eterna: Una Bella Historia Con Moraleja

El niño leyó ansiosamente cada historia en el cuaderno, y cuando llegó a la última página, las lágrimas brotaron de sus ojos. Sosteniendo el cuaderno con fuerza, se acercó a su abuelo, quien suavemente se secó las lágrimas y le preguntó: "¿Por qué lloras? ¿Es porque estas historias no son exactamente iguales a las que te he contado antes? Lo siento querido , mi memoria no es lo que solía ser..."

Antes de que su abuelo pudiera terminar, el nieto intervino: "No, abuelo, no es eso. Estas historias son increíbles y me han conmovido profundamente. Me han demostrado que puedes vivir para siempre".

Una cálida sonrisa se extendió por el rostro del abuelo cuando respondió: "Estoy de acuerdo en que estas historias perdurarán incluso después de que me haya ido, pero son solo historias, no yo".

El nieto respondió: "Tal vez son solo historias para ti, pero cuando las leo y permito que tus palabras toquen mi corazón, siento tu presencia a mi lado. Incluso después de terminar de leer, tu alma permanece dentro de mí, llevando tu sabiduría. "

La Vida Eterna: Una Bella Historia Con Moraleja

El abuelo se emocionó y comenzó a llorar, y el nieto se secó suavemente las lágrimas antes de seguir hablando. "No estoy seguro de poder devolverte la parte de tu alma que ahora reside dentro de mí, y no estoy seguro de si quiero hacerlo. Aunque es posible que no comprenda completamente todas tus historias, sé que siempre las recordaré". Siempre vivirán dentro de mí, junto a tu alma, mientras yo viva”.

El abuelo estaba abrumado por emociones y pensamientos, algunos alegres y otros tristes, pero el nieto aún no había terminado de hablar...

"A través de tus historias, abuelo, has compartido tu perspectiva y sabiduría conmigo. Quiero que sepas que nunca se desvanecerán. Siempre estarás conmigo, residiendo en mi corazón. Serás mi compañero y guía constante, ya que tus historias contienen una inmensa sabiduría que se originó en ti".

La moraleja:

ADe acuerdo con las perspicaces palabras del nieto en esta historia, podemos entender que, independientemente de nuestra edad, todos deseamos extender nuestro tiempo en la tierra. Sin embargo, inevitablemente llegará el día para cada uno de nosotros. Pero, nuestro impacto en los demás no cesa después de nuestro fallecimiento. Al compartir nuestra sabiduría, perspectiva y experiencias de vida con otros, nuestras almas continuarán viviendo dentro de ellos. Nuestras ideas y perspectiva también perdurarán.

Es esencial impartir nuestra sabiduría a nuestros seres queridos, familiares y la próxima generación. Puede parecer que no les interesa en este momento, pero estos serán los legados más significativos que quedarán dentro de sus almas. Un día, llegarán a apreciar las historias y las palabras de sabiduría de aquellos que ya no están físicamente presentes, pero que aún viven en sus corazones.

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