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Cuentos Sobre La Familia Cortos: Padre e Hijo

El Redactor: Ysabel T. L.

Un día, un padre estaba trabajando y su hijo llegó y le preguntó:

– “Papá, ¿Te puedo hacer una pregunta?

El papá respondió:

– “Sí, hijo ¿Cuál es tu pregunta?

El hijo contestó:

– “¿Cuanto ganas de dinero al día?”

El padre furioso y molestó contestó:

– “Eso no es de tu interés, ¿Por qué preguntas algo así?”

El hijo respondió:

– “Yo solo quería saber, por favor dime ahora ¿Cuanto?”

 
Cuentos Sobre La Familia Cortos: Padre E Hijo.

El papa replicó:

– ” Ganó 500 monedas al día”

El niño con sus manos en la cabeza entonces dijo:

– “Papá por favor ¿Podrías prestarme 300 monedas?

El papá enfatizo enojado:

– “Si la única razón por la que me preguntaste cuanto dinero ganaba al día para prestarte un poco para algún juguete o algo sin sentido, entonces consiguelo por tus meritos propios, vé a dormir ¡Por favor!”

El padre pensó, porque su hijo era tan insensible, trabajo cada día para que se comporte de esa manera.

Padre E Hijo pequeño
 El pequeño chico caminó lentamente hacía su cuarto y cerró la puerta.

El hombre se sentó y empezó a reflexionar, y empezó a ponerse un poco más iracundo y molesto por las preguntas del niño.

Pensó:

– “¿Por qué hace ese tipo de preguntas, solo se interesa por mi dinero?

Después de una hora o más, el hombre ya un poco más calmado de nuevo empezó a reflexionar tuvo pensamiento corto sobre su hijo y la familia.

Entonces de nuevo reflexiono:

– “Quizás él realmente necesita las 300 monedas y además no pregunta tan seguido por mi dinero”

El hombre fue a la habitación del pequeño y triste niño y abrió la puerta.

Susurró el padre:

– “Hijo, ¿Éstas durmiendo?”

El pequeño chico en un tono silencioso contestó:

–”No papá, aquí estoy despierto”

El padre de familia mencionó a su hijo:

– “Yo estaba pensando sobre lo que me habías dicho, y quizás fui un poco duro contigo, ha sido un largo día, aquí tienes las 300 monedas por las cual me habías pedido”

Entonces el pequeño saltó de la cama y con una sonrisa en el rostro dijo:

– “¡Gracias Papá, eres lo maximo!”

Entonces su papá notó que bajó las almohadas tenía algo de dinero y empezó a enojarse de nuevo.

El pequeño contó el dinero cuidadosamente.

De nuevo el papá ya algo irritado le dijo:

– “¿Por qué querías dinero si ya tenias algo guardado?”

Entonces el pequeño contestó:

– “Papá, ahora ya tengo las 500 monedas.

¿Puedo comprar un día de tu tiempo?,

por favor ven mañana temprano.

Me gustaría tomar el desayuno contigo”

El papá estaba sorprendido con su hijo,  y se fundieron en un gran abrazo

 

Padre E Hijo pequeño

Esta corta reflexión para padres de familia te recuerda todo lo importante que es el trabajo duro, nosotros no deberíamos dejar que el tiempo se vaya de nuestras manos sin haberlo gastado con las personas más importantes en nuestras vidas, esas que son mas cercanas a nuestro corazón.

Si mañana morimos, entonces nuestro lugar en el trabajo puede ser fácilmente reemplazo en pocos días. Mientras que la familia y los amigos que dejamos atrás sentirán la perdida el resto de sus vidas.

Y en ocasiones, nos dedicamos más al trabajo que a nuestra familia.

Piensa acerca de ese niño interior que llevamos en nuestra alma.

Fuente

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