Todos hemos aprendido en la escuela los puntos de ebullición y congelación del agua. Sabemos que el agua se mantiene líquida entre 32 y 212 °F (o 0 y 100 °C). Por debajo de esa temperatura, se vuelve sólida. Pero, ¿sabías que es posible "sobreenfriar" el agua líquida por debajo de su punto de congelación y mantenerla en estado líquido?
Así es como funciona. Las moléculas de H2O tienen una clara forma de "Mickey Mouse", lo que hace que se formen cristales de hielo en una estructura de malla de gran volumen. Al igual que los copos de nieve, estos cristales de hielo necesitan algo a lo que agarrarse para crecer, como las impurezas que flotan en el agua. El agua destilada pura no tiene esas impurezas. Por ello, el agua pura puede ser "superenfriada" hasta muy por debajo de su punto de congelación.
2. Nikola Tesla tenía un plan para proporcionar electricidad inalámbrica gratuita a todo el mundo
Las ideas de Nikola Tesla estaban muy adelantadas a su tiempo, pero el físico serbio-estadounidense fue a menudo incomprendido en su época. Hoy en día, es muy apreciado por sus avances en el campo de la electricidad y la energía.
Uno de esos proyectos fue la Torre Wardenclyffe, un sistema de telecomunicaciones inalámbricas que podría transmitir energía libremente por todo el mundo. En 1901, el gran proyecto recibió finalmente luz verde y una generosa financiación. El financiero J.P. Morgan decidió invertir 150.000 dólares (el equivalente a 4 millones de dólares actuales) en la construcción de la Torre Wardenclyffe. El proyecto era cada vez más ambicioso, ya que Tesla quería aventajar a su rival, Guglielmo Marconi, que había conseguido transmitir señales de radio entre Francia e Inglaterra y también había transmitido el código Morse a través del Atlántico.
Morgan se negó a aportar más fondos al proyecto, y Tesla siguió adelante con su plan original. La torre se erigió en 1902, y Tesla realizó allí sus experimentos hasta 1905. Por desgracia, el científico no consiguió poner en marcha su querida estación de telecomunicaciones, la primera de muchas. Con el tiempo, Tesla perdió la propiedad de la torre, al no poder pagar las hipotecas que contrajo. La torre fue demolida en 1917, pero Tesla nunca dejó de creer en su visión.
"No es un sueño", insistía, "es una simple hazaña de la ingeniería eléctrica científica, sólo que costosa: ¡ciegos, pusilánimes, dudan del mundo!". Para saber más sobre los inventos de Tesla que nunca vieron la luz, consulta nuestro anterior artículo 7 Inventos De Nikola Tesla Que Nunca Se Construyeron.
3. Las bombillas de hace un siglo duraban mucho más que las de ahora
Se supone que la tecnología se vuelve más y más eficiente a medida que pasa el tiempo, ¿verdad? Bueno, en teoría, sí. Pero, ¿y si te decimos que antes de 1924 la vida media de una bombilla era de unas 2.500 horas? Es decir, casi 4 meses, y en algunos casos, las primeras bombillas duraban mucho más que eso. Una bombilla fabricada en 1901 sigue ardiendo hoy en día, casi 120 años después.
En diciembre de 1924, una organización mundial conocida como el Cartel de Phoebus ideó un plan secreto para aumentar las ventas reduciendo la vida útil de las lámparas a sólo 1.000 horas. Incluso rediseñaron sus propios productos para conseguirlo. Hoy, más de un siglo después, nos hemos quedado con este modelo.
¿Has oído hablar de los tardígrados? Estos animales microscópicos también reciben los apodos de "oso de agua" o "cerdito de musgo" debido a su constitución regordeta y al hecho de que se encuentran en entornos acuáticos musgosos.
Lo que hace a los tardígrados tan singulares es su capacidad para sobrevivir en los entornos más duros, como las elevaciones de 5546 m en el Himalaya, las aguas termales japonesas hirviendo e incluso el espacio exterior. En 2007, miles de tardígrados fueron fijados a satélites y lanzados al espacio. Cuando el satélite regresó a la Tierra, los científicos descubrieron que muchos de los diminutos bichos habían sobrevivido. Además, algunas hembras pusieron huevos en el espacio y las crías recién nacidas estaban sanas.
Los tardígrados pueden sobrevivir a las sequías y a la falta de oxígeno entrando en un estado especial llamado criptobiosis. En este estado, recogen sus patas y expulsan toda la humedad de sus cuerpos, creando una capa parecida al vidrio a su alrededor llamada túnica. En ese estado, su metabolismo se ralentiza hasta el 0,01% del ritmo normal. Los tardígrados pueden permanecer en este estado de capullo durante décadas y sólo resurgen cuando entran en contacto con el agua. No es de extrañar que estos duros bichos hayan conseguido sobrevivir en nuestro planeta durante 500 millones de años.
5. Los hombres son más propensos a ser daltónicos que las mujeres
A nivel mundial, 1 de cada 12 hombres y 1 de cada 200 mujeres son daltónicos. Se trata de una diferencia bastante marcada. Según el Instituto Nacional del Ojo, los genes responsables del tipo más común de daltonismo se encuentran en el cromosoma X. Las personas con un cromosoma X y un cromosoma Y sólo necesitan que un cromosoma X sea defectuoso para ser daltónicos. En cambio, las personas con dos cromosomas X necesitan que ambos sean defectuosos.
La mayoría de las mujeres tienen dos cromosomas X (XX), y la mayoría de los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (XY). Por eso el daltonismo es significativamente más común en los hombres que en las mujeres.
6. No tenemos ni idea de cómo es la mayor parte del universo
Todas las estrellas, planetas y galaxias que puede ver el ojo humano constituyen sólo el 4% del universo. El 96% restante está formado por algo que los humanos no pueden ver, detectar o incluso comprender: la materia y la energía oscuras. Los astrónomos deducen la existencia de estas fuerzas basándose en la influencia gravitatoria que ejercen sobre el universo visible.
La idea de que podría haber más masa en el universo que la que podemos ver se formó por primera vez en la década de 1960. En las seis décadas siguientes, los investigadores no han podido averiguar la naturaleza de la materia oscura. Una hipótesis muy extendida es que la materia oscura está formada por partículas exóticas que no interactúan con la materia regular ni con la luz. Por lo tanto, son invisibles. La inmensa mayoría del universo lo es, ¿quién sabe? "Es desconocida por ahora, y posiblemente para siempre", como dijo el escritor científico Richard Panek.
Relacionado: Mitos Comunes Sobre El Universo
7. Una nube puede pesar más de un millón de libras
Cuando se mira al cielo y se ven las nubes flotando sin esfuerzo, es fácil suponer que casi no pesan. Esta suposición está muy lejos de la realidad. Según los científicos, el peso de un cúmulo medio es de 1,1 millones de libras. Esto equivale a 100 elefantes o al mayor avión de pasajeros del mundo.
Entonces, ¿cómo se mantiene a flote todo ese peso? La explicación sencilla es que todo ese peso se reparte en millones de gotitas en un área realmente grande. Algunas de estas gotas son tan pequeñas que se necesitarían un millón de ellas para formar una sola gota de lluvia.
Comparte estos fascinantes datos con tus amigos y familiares
