2. No limpiar las aletas y bobinas
Las bobinas y aletas del evaporador del aire acondicionado permiten que el calor pase del refrigerante en el sistema al aire, al igual que las bobinas del condensador absorben calor del interior de la casa. Este proceso de mover calor es muy importante, pero puede verse obstaculizado por capas de polvo y suciedad. Si nunca revisas las bobinas, esa suciedad te está costando dinero y disminuyendo la eficiencia del aire acondicionado. Limpia tu aire acondicionado al comienzo de la temporada cálida y revísalo de vez en cuando, especialmente después de las tormentas o vientos fuertes para que las bobinas y aletas estén despejadas.
Un termostato programable es imprescindible. Te permiten establecer temperaturas varias veces durante el día y bajar automáticamente la temperatura cuando la necesites. Muchos termostatos avanzados en realidad tienen capacidades de aprendizaje, por lo que el termostato puede cambiar para adaptarse a horarios repetidos. Si no tienes uno, debería considerar una actualización, ya que te ahorrará un poco de dinero.
4. No verificar el drenaje
Muchos sistemas de AC usan drenajes que se encargan de cualquier condensación al canalizar el agua fuera de la casa. Estos pueden ser fáciles de perder, pero tienen un trabajo muy importante. Si uno de estos desagües se obstruye, entonces son malas noticias para tu sistema de AC e incluso peores noticias para los suelos y las paredes circundantes, que pueden quedar permanentemente dañados por la humedad que se desborda. Así que mantén limpia tu línea de drenaje, y no temas cortarla con un cable cada año o dos para asegurarte de que no se acumule basura en el interior.
6. Ignorar los requisitos de tamaño
Las unidades de AC tienen un tamaño cuidadoso con respecto al número de pies cúbicos que deben enfriar. Esto es algo que debes tener en cuenta cuando compras una nueva unidad de aire acondicionado o renuevas tu casa. Si una unidad de aire acondicionado tiene una capacidad para un espacio más pequeño que el que tienes, trabajará demasiado para enfriar el aire, lo que significa que se desgastará rápidamente. Por otro lado, si la unidad de aire acondicionado tiene una capacidad para un espacio más grande que el que tiene, se encenderá y apagará constantemente, se desgastará y se volverá cada vez más inestable con el tiempo. Presta mucha atención a la capacidad y elige la unidad adecuada para el espacio que tienes.
El costo inicial de reemplazar tu unidad de aire acondicionado es alto, pero esto no significa que debas evitar una nueva compra. No cometas el error común de mantener tu antiguo acondicionador de aire mucho después de lo debido. Un viejo AC tendrá un bajo rendimiento, lo que te costará más dinero en reparaciones y, finalmente, se convertirá en más problemas de lo que vale. Si tu unidad de aire acondicionado tiene más de 10 años, puedes comenzar a ahorrar dinero en tus facturas mensuales invirtiendo en una versión nueva.
8. No hacer revisiones con un experto de vez en cuando
Como mencionamos anteriormente, la mayoría de los sistemas de acondicionamiento de AC usan un refrigerante que absorbe el calor de la casa y lo dispersa al aire libre. Este compuesto es muy importante para el funcionamiento del AC, pero pequeñas cantidades pueden escapar con el tiempo, lo que da lugar a una caída de la eficiencia. Entonces, ¿cómo saber si necesitas agregar refrigerante? Llama un especialista para comprobar el sistema de tu aire y que ajuste los niveles de refrigerante a las cantidades adecuadas.
Fuente: rd
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