Por cierto, el hecho de que los niños no comiencen a producir sonidos voluntarios hasta los 6-7 meses no significa que no estén aprendiendo: escuchan atentamente todos los sonidos y sílabas que dices. Y dado que los dos idiomas que deseas que aprendan pueden tener sonidos muy diferentes, debes exponer al niño a ambos idiomas lo antes posible.
Por ejemplo, el inglés y la “r” en español se pronuncian de manera diferente, ya que el español tiene la llamada “r”, que el niño nunca podrá aprender a menos que escuche y trate de reproducirlo varias veces. Por lo tanto, es una buena idea exponer a tu hijo a ambos idiomas desde su nacimiento.
Sin embargo, no te desanimes si tu hijo no comenzó a aprender un segundo idioma tan pronto, ya que los lingüistas garantizan que, con la práctica constante, cualquier niño puede aprender a hablar un idioma en un nivel nativo.
2. Expón a tu hijo a ambos idiomas todos los días
Una persona verdaderamente bilingüe es una que conoce ambos idiomas por igual, y debido a que la práctica constante es la única razón por la que aprendemos un idioma para comenzar, tendrías que asegurarte de que el niño use ambos idiomas a diario. Y recuerda, el aprendizaje de idiomas abarca 4 habilidades principales:
• Escuchar
• Hablar
• Leer
•Escribir
No se puede alcanzar un nivel nativo a menos que tú, el padre, la madre (abuelos, cuidador, etc.) les enseñen todas estas habilidades, de manera persistente y constante. Esto es especialmente cierto con respecto al idioma minoritario, ya que los niños que no aprendieron un idioma en la escuela a menudo no pueden leer y escribir en el idioma minoritario, incluso si lo entienden y lo hablan perfectamente.
3. No te preocupes si tu hijo mezcla los 2 idiomas cuando habla contigo
Una preocupación común entre los padres de niños bilingües es que el niño mezclará los idiomas, lo que seguramente debe significar que no conocen ambos idiomas lo suficiente. Este es un mito, y uno que nos gustaría desacreditar de inmediato.
Incluso si tu hijo mezcla los 2 idiomas cuando le hablas, esto se debe a que saben que tú puedes entenderlos y por eso lo hacen. Este fenómeno se denomina cambio de código en la lingüística, y las personas tienden a cambiar de un idioma a otro ya sea porque es una costumbre en su familia o porque es un campo muy específico y estrecho (digamos, un cuento de hadas específico que el niño conoce sólo en la lengua minoritaria).
Es muy raro y, por lo general, solo con niños muy pequeños, un niño hablará con un extraño en la lengua minoritaria. Entonces, no temas que tu hijo se refiera al agua como wasser (alemán), o voda (ruso), o agua (español), o mizu (japonés) en la escuela, ya que saben muy bien qué idioma usar en qué contexto.
4. Corrígelos si dicen algo incorrectamente (o en el "lenguaje incorrecto"), pero no los detengas muy a menudo
Corregir y dar retroalimentación en general es algo muy bueno, pero no lo hagas con demasiada frecuencia, ya que puedes interrumpir el flujo de la conversación y probablemente te frustrará a ti y al niño.
Además, una buena idea es no interrumpir a alguien a mitad de la oración. Espera hasta que el niño termine de pensar, y luego, con amabilidad y paciencia, dile lo que dijeron mal. Esto no solo fomentará el flujo de la conversación, sino que también permitirá al niño hacer preguntas de seguimiento.
7. Elige tu estrategia
La carne y las papas del desarrollo bilingüe son una estrategia de aprendizaje específica, y tendrás que decidir pronto cómo deseas mantener un equilibrio entre los dos idiomas. Aquí están las 3 estrategias de enseñanza más conocidas:
Estrategia 1: Un padre, un idioma
Es exactamente como suena: cada padre habla con el niño en un idioma diferente y requiere que el niño haga lo mismo. Este enfoque se adapta a las familias donde los padres son hablantes nativos de diferentes idiomas. En ese caso, cada padre habla al niño en su propio idioma.
Las ventajas de esta estrategia:
• Permite que los padres enseñen 3 idiomas, si cada uno habla un idioma diferente al de la mayoría.
• No requiere que los padres hablen 2 o más idiomas con fluidez.
Las desventajas de esta estrategia:
• Puede inclinar el equilibrio hacia el idioma mayoritario en una situación en la que 1 de los padres habla con el niño en el idioma mayoritario. Con el tiempo, un niño sentirá que el idioma mayoritario es más útil e importante, y puede negarse a hablar en el idioma minoritario.
• Puede ser problemático cuando la familia está reunida, especialmente si uno de los padres no habla los dos idiomas.
• No está disponible para padres solos.
Estrategia 2: Idioma del hogar
De acuerdo con esta estrategia, ambos padres hablan el idioma minoritario en casa con sus hijos. Esta es una gran estrategia si tú y tu pareja son hablantes nativos de un idioma que no sea el idioma mayoritario.
Los beneficios:
• Los padres no tienen que ser hablantes nativos de la lengua minoritaria.
• El niño usará el idioma minoritario en el hogar todo el tiempo y no será expulsado por el idioma mayoritario.
• Es apto para padres solos.
• No requiere que los padres sepan el idioma mayoritario.
Los inconvenientes:
• El niño puede, con el tiempo, sentir que el idioma del hogar es peor que el idioma de la mayoría. Para evitar que eso suceda, educa a tu hijo sobre la importancia del lenguaje y los beneficios que tiene.
Estrategia 3: Un lenguaje específico en un contexto
Bajo esta estrategia, atribuyes ciertas actividades y situaciones a un lenguaje específico. Por ejemplo, en la cena hablas un idioma, pero al hacer la tarea usas el otro idioma.
Los beneficios:
• Se puede combinar con una estrategia diferente. Entonces, quieres animar a tu hijo a hablar el idioma mayoritario en la escuela, así que habla sobre la escuela y sobre la tarea en ese idioma, aunque normalmente le hablas en el idioma minoritario en el hogar.
• Puede ser utilizado por padres solos.