Las relaciones son un trabajo duro. Cualquiera que haya estado en una sabe que esto es cierto. Nunca es fácil para una pareja convivir tanto tiempo y no encontrar formas de molestar al otro, aunque sea sin querer. Quizá este cuestionario te ayude a localizar tu rasgo más molesto y te dé algunos consejos para mejorarlo.
¿Qué tipo de personalidad dirías que tienes?
Soy bastante extrovertido
Soy más bien introvertido
¿Qué color elegirías para describirte?
¿Qué rasgo de personalidad aprecias más en tu pareja?
Siempre tienen los pies en la tierra
Sabe cómo animarme cuando estoy disgustado
Tiene un carácter espontáneo
¿Cómo vas a celebrar el próximo cumpleaños de tu pareja?
Una fiesta sorpresa con pasteles y globos
Pediré a sus amigos o familiares que organicen una fiesta sorpresa
Reservaré una mesa en un restaurante elegante
Haré una cena de manjares en casa
Elige la foto que más se parezca a tu relación
Has invitado a tu familia a cenar, ¿cómo vas a ayudar a tu pareja a prepararse?
Cocinaré la comida yo mismo
Preparar la mesa y permanecer alejado de la cocina
Proporcionar consejos útiles para simplificar y acelerar los preparativos
Hay que mantener a nuestros huéspedes ocupados
¿A qué edad te gustaría más volver?
Estoy contento con mi edad actual
¿Qué rasgo de la personalidad te molesta más en los demás?
¿Cómo te describirías con una sola palabra?
Eres hiperactivo
¿Eres el tipo de pareja que simplemente esconde sus emociones? Tu resultado indica que eres propenso a los brotes de hiperactividad. De hecho, a menudo eres impulsivo y de temperamento apresurado, y tiendes a decir cosas sin pensar, especialmente durante las discusiones. Por este motivo, tu pareja puede sentirse herida, no deseada y con miedo a volver a fracasar. En lugar de sacar conclusiones precipitadas, intenta sentarte con él y discutir con calma. Prestar atención puede requerir un esfuerzo adicional por tu parte. No cumplir las promesas y olvidarse de las cosas puede hacer que tu pareja se sienta poco importante en la relación. Evita que esto ocurra organizándote y tomando notas cuando sea necesario. aunque tu pareja no vea con buenos ojos el hecho de que seas un poco hiperactivo, no es nada aburrido estar contigo.
Eres testarudo
Tu pareja podría no entender por qué estás tan apegado a tus pensamientos y creencias. Dicho esto, definitivamente no estaría de más admitir que estás equivocado de vez en cuando. De hecho, debería ser una prioridad para ti hacer pausas de vez en cuando, para resistir el impulso de defenderte tanto que tu pareja se impaciente. Intenta evitar decir "no, te equivocas" sin pensarlo dos veces. Las personas testarudas suelen tener que dar prioridad a la escucha sobre su necesidad de hablar y demostrar su punto de vista. Ve despacio, aprende a esperar y entiende que la persona que tienes delante puede tener un punto de vista diferente al tuyo. Ser testarudo también significa que tienes un carácter fuerte, lo que puede resultar muy bueno si te encuentras en una situación en la que puedas ser de ayuda.
Te sientes triste
Parece que tu sensibilidad podría estar mermando tus ánimos positivos, así como los de tu pareja. Esto puede obstaculizar la relación que mantienen juntos y su voluntad de seguir adelante. Si tu pareja es la razón por la que te sientes triste, no tengas miedo de hablar de ello. Si es una razón más para abrirte a tu pareja y confiar en ella para que te ayude. Sin embargo, por encima de todo, tienes que ser tú quien se ayude a sí mismo. Empieza por sonreír más: fruncir el ceño no ayuda a nadie a sentirse mejor. Ten en cuenta los sentimientos y percepciones de tu pareja e intenta decir "sí" más a menudo, ya sea para salir o para un favor que te hayan pedido. Reponte y esfuérzate por afrontar los retos con una actitud y un semblante más brillantes, lo que sin duda tendrá un impacto positivo en tu relación.
La pereza te domina
pereza ¿Ignoras constantemente esa vocecita en el fondo de tu mente que te dice que te levantes y hagas algo? La pereza es el enemigo de todo el mundo, pero no querrás que sea la razón por la que tu pareja duda de tu compromiso. Antes de volver a procrastinar, sopesa los pros y los contras de tu decisión. Piensa en las consecuencias y en cómo pueden afectar a tu pareja. En la mayoría de los casos, la pereza proviene de la falta de motivación,. así que crea afirmaciones y visualizaciones para ti y haz que sea una prioridad recordarlas y repetirlas. Además, dividir las tareas y hacer una cosa a la vez hará que tengas más ganas de hacerlas. Así que en lugar de pensarlo dos veces, súbete los calcetines y saca tus hábitos apáticos