Un hombre entra en un restaurante con una avestruz.
Mientras se sienta, una camarera se acerca y les pregunta qué desean tomar.
El hombre dice: "Yo tomaré una hamburguesa, papas fritas y una coca cola", y le pregunta al avestruz, "¿Qué quieres tomar?"
"Tomaré lo mismo", dice el avestruz
Poco tiempo después, la camarera vuelve con la comida. "Será un total de $6.40 por favor". El hombre busca en su bolsillo y saca el cambio exacto para pagar.
Al día siguiente, el hombre y la avestruz acuden de nuevo al bar y el hombre pide su comida: "Tomaré una hamburguesa, papas fritas y una coca cola", y el avestruz dice, "Yo tomaré lo mismo."
Una vez más el hombre paga con el dinero exacto.
Esto se convierte en una rutina hasta que una noche los dos clientes llegan de nuevo al bar.
" ¿Tomarán lo de siempre?" pregunta la camarera. "No. Hoy es viernes por la noche, así que tomaré un filete, papas al horno y ensalada", dice el hombre. "Lo mismo para mí", dice la avestruz.
Poco tiempo después, la camarera regresa con la comida y con la cuenta: "Serán $ 12.62." Una vez más el hombre encuentra en su bolsillo el dinero justo para pagar.
La camarera no puede contener su curiosidad por más tiempo.
"Disculpe, señor: ¿Cómo consigue el cambio exacto cada vez?"
"Verás", dice el hombre, "Hace varios años estaba limpiando el ático y me encontré con una vieja lámpara. Cuando la froté un genio apareció y me ofreció dos deseos. Mi primer deseo fue que si alguna vez necesitaba pagar algo tan solo tenía que meter la mano en el bolsillo y encontraría la cantidad".
"Eso es brillante" dice la camarera. "La mayoría de la gente hubiera elegido un millón de dólares, pero tu serás tan rico como desees mientras vivas
La camarera le pregunta: "Otra cosa, señor, ¿qué ocurre con su avestruz?"
El hombre suspira, hace una pausa y responde, "Mi segundo deseo fue tener una hembra con piernas largas que estuviera siempre de acuerdo con todo lo que digo."
