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Chiste: La Fe Mueve Carros

El Redactor: Sandra F.

Dos monjas que trabajaban en un hospital estaban conduciendo por el campo cuando se quedaron sin gasolina. Mientras estaban junto a su coche en el arcén de la carretera, un camión se acercó a ellas.

Al ver a las monjas en apuros, el camionero se detuvo y se ofreció a ayudarlas. Cuando las monjas les explicaron que se habían quedado sin gasolina, el camionero les dijo que estaría encantado de vaciar su depósito, pero que no tenía ni un cubo ni una lata.

Al oír esto, una de las monjas sacó una bacinilla limpia del maletero y le preguntó al camionero si le serviría. Este respondió que sí y procedió a vaciar un par de litros en la batea. A continuación, entregó la bacinilla a las hermanas, volvió a subir a su camión y se despidió con la mano.
 

Chiste: El combustible de la fe
 
Mientras las monjas vertían con cuidado el preciado combustible en su depósito, pasó un policía.
Se detuvo y las observó durante unos instantes, y luego dijo:
"Hermanas, de alguna manera no creo que eso vaya a funcionar, ¡pero sí que admiro su fe!".
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