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Chiste: El Sacerdote Honesto

Una mujer venía en un vuelo de regreso a casa y en el asiento junto a ella iba sentado un sacerdote. 

La mujer le dijo al sacerdote: "padre,  ¿puedo pedirle un gran favor?"

- “Claro que sí hija, dime ¿qué puedo hacer por ti?", le dice el padre.

- “Lo que pasa es que compré una plancha para el cabello muy costosa, y se la llevo de regalo a mi mamá por su cumpleaños. Viene en una caja cerrada y el problema es que sobrepasa el valor permitido por la aduana, ¿será posible que usted la pase por mí debajo de su sotana?"

El sacerdote le responde: “puedo hacerlo, pero debo advertirte una cosa, yo no puedo decir mentiras y si me preguntan tendré que decir la verdad”.

- “No se preocupe, no creo que nadie se atreva a revisarlo”, le dice la chica.

Al llegar a la revisión, la chica dejó que el sacerdote pasara antes que ella.

Chiste: El Sacerdote Honesto

El oficial le preguntó entonces: “padre, ¿trae algo que declarar?"

A lo que el sacerdote respondió: “de la cintura para arriba no tengo nada que declarar”.

El oficial intrigado lo cuestionó: "¿y de la cintura para abajo?

El padre le dijo: “de la cintura para abajo llevo un maravilloso instrumento que suele ser usado por las mujeres, pero hasta este momento no se ha estrenado”.

El oficial intentando contener la risa, le dice: “adelante padre puede pasar”.

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