Los servicios médicos llevaron al señor Martínez al hospital en medio de la noche, aparentemente debido a un ataque cardíaco masivo.
Los médicos trabajaron con él toda la noche y toda la mañana y, finalmente, lo llevan a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde continua la terapia.
Después de un par de días, el médico del Sr. Martínez entra en su habitación y dice: "Carlos, me alegra decirte que estás completamente bien. Te hemos dejado con la función cardíaca que realizabas cuando eras un chico de quince años. Te enviaremos a casa mañana. No tienes que preocuparte por tu corazón; haz cualquier ejercicio físico que te guste".
El señor Martínez se va a casa y esa tarde está hablando con su esposa.
"¡Doris, nunca lo creerás! Estoy completamente bien. No tengo preocupaciones con mi corazón. Esta noche, cariño, tú y yo haremos el amor como nunca lo has hecho antes: ¡sexo salvaje y apasionado! ¡Te encantará! "
Doris piensa por un minuto y dice: "No lo sé, Carlos. He escuchado sobre el sexo activo y las afecciones cardíacas. No quiero que esté en mi conciencia si mueres mientras estamos haciendo el amor. Tal vez, tal vez, si tu médico me escribiera una nota diciendo que todo está bien, tal vez tendría tanto sexo contigo".
El señor Martínez se sintió abatido, pero al día siguiente estaba en el consultorio de su médico.
Su médico le dice: "Claro, claro, Carlos, no hay problema, escribiré una nota. Veamos, aquí está mi talonario de recetas: 'El Sr. Carlos Martínez, un paciente mío, tiene la función cardíaca de un paciente de quince años y puedes tener sexo loco, apasionado, aventurero en cualquier momento que él desee. Firmado, Dr. Aarón García". Solo queda poner el destinatario, Carlos, ¿cuál es el nombre de pila de tu esposa?
"Uh, doctor, ¿podría simplemente poner esto: 'A quien corresponda'?"
