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A tan solo 8 km de la ciudad de Ica, en el sur de Perú, se encuentra el pintoresco oasis de Huacachina, una laguna de color verde esmeralda que surgió del afloramiento de corrientes subterráneas. A su alrededor se encuentra un pequeño pueblo turístico, envuelto por enormes dunas de arena que lo convierten en un maravilloso escenario surrealista. Aunque Huacachina siempre ha constituido un destino turístico popular entre los habitantes locales, en el último tiempo, ha ganado reconocimiento internacional entre turistas que desean aventurarse en paisajes naturales exóticos o jóvenes que buscan practicar sandboarding. |
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El pueblo de Huacachina está compuesto por una serie de hoteles y complejos turísticos distribuidos alrededor de una hermosa laguna color verde esmeralda, y rodeados de enormes e imponentes dunas. Las cerca de 100 personas que habitan esta región dependen completamente del turismo. |
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Entre las décadas del 1940 y 1950, el oasis surgió como un destino turístico para la elite peruana. Sus maravillosos atributos naturales, el cálido clima imperante todo el año y el poder curativo atribuido a sus aguas hicieron que Huacachina se convirtiera en uno de los más importantes y exclusivos balnearios peruanos de entonces. Hacia comienzos de la década de 1990, Huacachina comenzó a ganar popularidad gracias a una serie de campañas pensadas para fomentar el turismo en este lugar. En la actualidad, este fantástico oasis en el desierto es una de las principales atracciones de la región. |
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Existen diversas leyendas sobre los orígenes de este espectacular oasis. La más popular trata sobre el desamor de una joven, cuya cascada de lágrimas dio lugar a esta pequeña y paradisíaca laguna. |
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| Artículo original: Amusingplanet |
