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Los 10 Hábitos Que Más Dañan Tu Espalda

El dolor de espalda es la quinta causa más común de internaciones, la tercera causa más común de cirugías, y la segunda causa más común de consultas médicas en todo el mundo. Cerca del 56% de las personas que sufren de dolor en la parte baja de la espalda aseguran que los síntomas de esta condición interrumpen e impiden el correcto desarrollo de sus actividades diarias, en cualquier momento del día. 

De acuerdo con Todd Sinett, quiropráctico y coautor del libro “The Truth about Back Pain” (La verdad sobre el dolor de espalda), esta condición no es un evento catastrófico, sino una combinación de diferentes circunstancias que dan lugar al dolor. En este sentido, algunos hábitos que parecen insignificantes a simple vista pueden terminar teniendo un gran impacto en la salud de tu espalda a largo plazo. 

 
A continuación encontrarás los 10 hábitos más perjudiciales para tu espalda y las mejores formas de solucionarlos.

1- Largos viajes al trabajo
 

Encorvarse contra el volante por largos períodos de tiempo puede endurecer los músculos del pecho y redondear los hombros. La postura encorvada puede alterar los niveles de energía y hacerte sentir más pesado, sin mencionar los problemas en el cuello y la espalda. Uno de los primeros consejos sugeridos a los pacientes que realizan consultas por dolor de espalda es controlar y mejorar la postura al manejar.

¿Cómo solucionarlo? De acuerdo con el Dr. Darran W. Marlow, Director del departamento de quiropráctica en el Instituto de la Espalda de Texas, el paciente debe asegurarse de sentarse en un ángulo de 90°, cerca del volante para evitar acercarse demasiado. 

2- Períodos prolongados frente a la computadora

¿Sabías que al estar sentados ejercemos un 40% más de presión sobre la espalda que al estar de pie? Aunque mantener una postura correcta y realizar descansos regulares para estirar el cuerpo es lo último en lo que pensamos cuando estamos cerca de una entrega, la falta de estos hábitos puede empeorar la situación de tu espalda. Esto se debe a que la falta de actividad debilita los músculos, causando que las articulaciones inactivas pierdan lubricación y envejezcan más rápido.

¿Cómo solucionarlo? Debido a que sentarse en un ángulo de 135° puede ayudar a reducir la presión sobre los discos en la columna, te recomendamos inclinar el cuerpo levemente hacia atrás cada una o dos horas. Además, es importante asegurarse de que la silla que utilizas provea del soporte adecuado para la curva de la columna (la parte baja de la espalda debería estar apoyada y la cabeza derecha). Si trabajas frente a la computadora, te recomendamos tomar descansos cortos y frecuentes para caminar y estirar el cuerpo.

3- No descansas lo suficiente
 

No, no es una idea tuya. El estrés crónico definitivamente puede desencadenar fuertes episodios de dolor de espalda. Cuando una persona está cargada de compromisos y responsabilidades, o tiene que enfrentar situaciones de tensión y estrés, todo el cuerpo se contrae, incluyendo los músculos del cuello y la espalda. Todd Sinett asegura que esos músculos deben relajarse, ya que de otra forma podrían empeorar el cuadro en gran medida. 

¿Cómo solucionarlo? El paciente debe comenzar tomando consciencia sobre la importancia del estrés y el gran impacto que éste puede tener sobre la salud. Luego, el siguiente paso consiste en buscar una forma de canalizar toda esa tensión, ansiedad y nerviosismo fuera del cuerpo, ya sea realizando ejercicio, saliendo con amigos, practicando yoga, meditación o cualquier otra actividad que tenga un efecto positivo en su estado de ánimo. En un estudio austríaco realizado sobre 65 personas con hernias de disco, los investigadores descubrieron que la combinación de música e imágenes relajantes produjo una significativa reducción del dolor de espalda. 

4- Evitar el gimnasio

La actividad física es la mejor forma de aliviar las distintas molestias y dolores del cuerpo. Los resultados de una investigación reciente han demostrado que el 40% de las personas se vuelven menos activas cuando comienzan a sufrir de dolor de espalda. En la mayoría de los casos, esta situación suele retrasar el proceso de curación y empeorar el cuadro. 

¿Cómo solucionarlo? La forma de solucionar este problema es simple y accesible: ejercicio. Las caminatas diarias, estiramientos, o rutinas leves de ejercicio pueden aliviar el dolor y fortalecer los músculos para proveer un mayor soporte. 

5- Colchones viejos
 

Si no recuerdas cuál fue la última vez que cambiaste el colchón de tu cama, lamentamos decirte que estás en un problema. De acuerdo con la Fundación Nacional de Sueño, de Estados Unidos, aunque un buen colchón puede llegar a durar de 9 a 10 años, si padeces de problemas para dormir o dolor de espalda, lo más recomendable es cambiarlo cada 5 o 7 años. Un estudio realizado en la Universidad de Oklahoma reveló que las personas que cambiaban sus colchones cada 5 años dormían mucho mejor y manifestaban menos dolor de espalda.

¿Cómo solucionarlo? A la hora de cambiar el colchón, te recomendamos elegir uno que no sea ni demasiado blando ni demasiado duro. Estos últimos pueden aumentar la presión sobre la columna y agravar el dolor.  

6- No practicas yoga

Mejorando la circulación y reduciendo el estrés, cualquier tipo de ejercicio puede funcionar como un tratamiento para el dolor de espalda. Sin embargo, de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Washington, el yoga alivia el dolor de espalda más rápido que cualquier otra forma de ejercicio. En otro estudio, 101 pacientes fueron divididos en tres grupos, el primero recibió un tratamiento intensivo de yoga, el segundo un tratamiento desarrollado por un fisioterapeuta, y el tercero un libro de ayuda para aliviar el dolor. Los resultados demostraron que, luego de 6 meses, los pacientes bajo el tratamiento de yoga presentaron una significativa reducción del dolor y mejorías en el funcionamiento de la espalda.

¿Cómo solucionarlo? Prueba practicar clases de yoga o infórmate sobre el conocimiento y herramientas que necesitas adquirir para practicarlo en tu casa.

7- Toda tu vida se encuentra en tu bolso

 
El daño producido por el peso de un bolso o una mochila es comparable a una lesión deportiva. De acuerdo con Todd Sinett, cuando cargamos una mochila pesada, el cuerpo eleva el hombro que lleva el peso, causando un desequilibrio en la columna. La repetición de este hábito puede causar dolor crónico en los músculos de la espalda.

¿Cómo solucionarlo? La Asociación Norteamericana de Quiropráctica recomienda que el bolso o mochila, cuando está cargado, no puede superar el 10% del peso de la persona. Como soluciones alternativas puedes intentar alternar el hombro en el que llevas el bolso, o dividir la carga en dos bolsos, uno para cada lado, de manera de equiparar el peso. 

8- No puedes vivir sin tacos o sandalias

Tanto el taco alto como los zapatos súper bajos pueden causar inestabilidad en el pie, que podría derivar en dolor de espalda. Por un lado, los zapatos de taco alto arquean la espalda, y obligan a los músculos de la columna a trabajar de más. Por otro lado, los zapatos demasiado chatos hacen que los pies se muevan de lado a lado, dificultando la distribución correcta del peso corporal, y causando episodios de dolor.

¿Cómo solucionarlo? Para aliviar el dolor no debes dejar de estar a la moda, ya que lo único que tienes que hacer es evitar caminar distancias largas con calzado inadecuado. Aunque no lo creas, cuando se trata de dolor de espalda, el calzado puede hacer la diferencia. 

9- Mirar demasiada televisión
 

Para frente a la televisión por horas y horas no es algo que ponga contenta a tu espalda. En un estudio realizado en Noruega, sobre un grupo de adolescentes, se logró comprobar que aquellos que pasaban más de 15 horas semanales frente a la televisión o computadora eran tres veces más propensos a padecer dolor de espalda que el resto de sus compañeros. 

¿Cómo solucionarlo? Limitar el consumo de programas televisivos a aquellos que realmente queremos ver y realizar ejercicios de estiramiento o caminatas por la casa durante los comerciales puede ser de gran ayuda cuando se trata de dolor de espalda. 

10- Guardar rencor

Aunque no lo creas, el acto de perdonar puede hacer maravillas con tu espalda. En un estudio realizado en el Centro Médico de la Universidad de Duke, sobre un grupo de 58 hombres y mujeres con dolor de espalda crónico, los investigadores descubrieron que aquellos pacientes que practicaron el perdón, experimentaron menos enojo, resentimiento y dolores, en comparación con aquellos que no lo hicieron. De acuerdo con el investigador James W. Carson, “nuestras emociones, tensión muscular, y pensamientos pueden tener una influencia directa en el grado de fuerza de las señales de dolor.”

¿Cómo solucionarlo? Aunque el acto de perdonar no es una tarea fácil, reemplazar el enojo y resentimiento por una actitud abierta y comprensiva no es imposible. Recuerda que nuestro los seres humanos somos una unidad y lo que afecta a la mente también afecta al cuerpo. 
 
Artículo original: Prevention
Fuente de imágenes: Pixabay

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