No cabe duda de que la lavadora y la secadora son dos desarrollos tecnológicos que hacen que nuestras vidas sean mucho más fáciles. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a poner la mayor parte de nuestra ropa y artículos de tela en la lavadora y luego en la secadora, para en no más de unas pocas horas, sacarla limpia y agradable.
Pero qué desilusión debes sentir cuando una de tus prendas de ropa favoritas se estropea por completo después de lavarla y secarla, o cuando descubres que tu lavadora o secadora ha sido dañada por uno de las prendas. Para evitar estas situaciones desagradables, que ocurren a menudo, hemos creado una lista de 6 prendas que no debes poner en la lavadora, así como tres tipos de artículos que no se deben secar en la secadora. Si te preocupa que tu ropa se lave correctamente, también te invitamos a que prestes atención a estos errores comunes que se cometen al lavar la ropa.
6 prendas de ropa que no deberían ponerse en la lavadora
1. Almohadas de espuma
Las almohadas rellenas de espuma, también conocidas como "almohadas de memoria", son un artículo popular que es común en muchos hogares. A diferencia de las almohadas habituales, rellenas de plumas u otro material sintético, que puede y debe lavarse ocasionalmente, las almohadas de espuma deben mantenerse alejadas de la lavadora, ya que pueden dañar la espuma, debilitarla e incluso romperla en pedazos.
Debido a que la espuma está hecha de una sustancia hipoalergénica que repele el polvo, estas almohadas no necesitan demasiada limpieza y, en caso de que se ensucien, simplemente frota con un paño húmedo sobre la mancha o la suciedad. Además, ten en cuenta la etiqueta de la almohada: si indica que la almohada se puede lavar a mano, puedes lavarla en fregadero lleno de agua con un detergente hipoalergénico.
2. Artículos cubiertos con pelo de una mascota
Cualquiera que tenga una mascota peluda, como un perro o un gato, sabe que el exceso de pelo puede llegar a ser moelsto, especialmente cuando se adhiere a nuestra ropa. Si pensabas que la solución era simplemente arrojar la ropa llena de pelo a la lavadora y dejar que se lave sola, ¡estás en gran parte equivocado! Cuando el pelaje se moja durante el proceso de lavado, puede adherirse aún más a la ropa, o alternativamente, acumularse en bolas de pelo que se pegarán al tambor de la máquina u obstruirán lentamente las tuberías de drenaje. Por lo tanto, cuando quieras lavar las prendas llenas de pelo, primero quita todo lo que puedas con un rodillo de pelusa o cinta adhesiva y luego lava la prenda.
3. Sujetadores
Es probable que tus sujetadores sean prendas importantes que no quieres que se dañen, por lo tanto, cuando toque lavarlos, no te apresures a arrojarlos en la lavadora. Esto se debe a que, durante el proceso de lavado y el contacto con el agua, los sujetadores pueden perder fácilmente su forma y pasar de ser rígidos y de soporte a ponerse arrugados y dañados. Los ganchos del sujetador también pueden dañar otras prendas. Para lavar los sostenes de una manera más segura y correcta, siempre debes lavarlos a mano, pero si tienes poco tiempo y tienes que ponerlos en la lavadora, asegúrate de engancharlos y colocarlos en una bolsa de lavado de malla delicada.
4. Encajes y bordados
Para cualquier prenda que esté decorada con encajes o bordados hay que asegurarse de que no acaben en la lavadora, ya que su movimiento puede dañar el delicado enhebrado. Lo mismo se aplica para varias piezas decorativas pegadas a la prenda, que dentro de la máquina pueden descoserse. Además, ten en cuenta que los artículos hechos de encaje pueden romperse y dañarse cuando entran en contacto con prendas que tienen botones, cierres, ganchos o cremalleras. La mejor opción para lavar estos artículos es lavarlos a mano o alternativamente recurrir a una tintorería.
5. Artículos extremadamente grandes
La regla es muy simple: si tienes una prenda muy grande que apenas cabe en la lavadora y no deja espacio extra, quizás no sea buena idea usar la lavador, ya que sin espacio adicional para que el artículo se mueva en la máquina, no se podrá limpiar correctamente.
Además, debes saber que el llenado de la lavadora con elementos grandes, como edredones o cualquier otra ropa de cama, puede causar complicaciones internas e incluso romper la máquina, por lo que es muy recomendable evitar hacerlo si quieres continuar usando la lavadora. El lavado de tales objetos grandes siempre debe hacerse en una lavandería profesional o en una instalación de limpieza en seco donde haya máquinas lo suficientemente grandes como para manejarlas adecuadamente.
6. Artículos de lana, terciopelo o cachemira
Todos los artículos de ropa hechos de telas naturales como lana, terciopelo o cachemira no son adecuados para el movimiento rápido y esmerilado de la lavadora. Si usas la lavadora con estas telas aunque sea una vez, puedes encontrarlos dañados, encogidos e inutilizables.
Si estos artículos se ensucian y quieres lavarlos, verifica que los colores no se destiñan en el agua, y luego usa el siguiente método: disuelve el detergente en un fregadero o bañera llenos de agua caliente. Sumerje toda la prenda en agua hasta que esté completamente cubierta. Después de 10-15 minutos de inmersión, drena el agua y retira la prenda. Luego, llena el fregadero o la bañera con agua fría y transparente y sumerje la prenda nuevamente para lavarla. Finalmente, escurre la prenda suavemente y cuélgala para que se seque.
Tipos de artículos que deberían dejarse fuera de la secadora
1. Traje de baño
Licra, el material del que están hechos la mayoría de los trajes de baño, puede soportar el fuerte calor al que estamos expuestos cuando estamos en la playa, pero las temperaturas extremadamente altas que alcanza nuestro secador doméstico pueden dañarlo. No es el cloro ni el agua salada lo que puede debilitar el tejido del traje de baño, sino la secadora. Así que deja los trajes de baño fuera de la secadora y asegúrate de tenderlos al aire libre.
2. Medias
Las medias son demasiado delicadas para colocarlas en la secadora, ya que el proceso puede dañarlas. Así que evita ponerlas en la secadora y cuélgalas para que se sequen al aire cerca de una fuente de calor para no dañarlas.
